Un acuerdo histórico por dramático
Solo faltaría que los fijos discontinuos tuvieran que pagar las facturas de la pandemia,

La línea Roja con Matías Vallés (01/10/2020)
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Palma
Solo faltaría que los fijos discontinuos tuvieran que pagar las facturas de la pandemia, de su dudosa gestión y de una crisis turística sin precedentes y sin ninguna idea fresca para afrontarla.
El acuerdo agónico para proteger a los trabajadores de hostelería en un año sin temporada turística es de elemental justicia, pero también revela una situación desastrosa.
Armengol califica el acuerdo de “histórico”, pero esta concepción solo vale en el sentido de dramático.
Balears no tiene ahora mismo una ocupación para sus 85 mil fijos discontinuos, ni para un contingente similar de parados, por no mencionar a los autónomos ayunos de actividad.
Con esta fuerza laboral paralizada, se han de atender las necesidades de niños y pensionistas, por no hablar de los salarios de funcionarios y políticos.
No hace falta recordar que en la nómina y en las nóminas de altos cargos no se ha producido ningún recorte.
Bien está que Madrid colabore a regenerar una de sus grandes zonas extractivas, pero la única solución propuesta hasta la fecha consiste en esperar a que la temporada de 2021 sea mejor que la actual, por generación espontánea.
En Balears no sabemos qué hacer, eso sí que es histórico.




