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Briongos de Cervera aspira a ser un pueblo medioambientalmente limpio

Esta entidad local se dota de una ordenanza para luchar contra el uso de productos agrarios contaminantes en el campo y promover la agricultura ecológica

Briongos de Cervera habilitó esta nave ganadera para dar cobijo a una familia en su política de innovación radical / Imagen facilitada

Ciruelos de Cervera

Briongos de Cervera ha dado un paso más en su propósito de convertirse en un ejemplo de cómo se puede aplicar en el ámbito más cercano las políticas enfocadas hacia la sostenibilidad de los recursos y el respeto al ámbito natural. Lo hace a través de una ordenanza aprobada por la Junta Vecinal de esta entidad local, que depende de Ciruelos de Cervera, que pretende convertirla en un ‘pueblo medioambientalmente limpio’. Esta normativa abarca varios capítulos que tratan de frenar el uso incontrolado de productos químicos contaminantes en el campo y de promover la agricultura ecológica.

Es un tercer paso dentro del camino de innovación radical iniciado por el actual alcalde, Tomás Camarero, que en primer lugar apostó por la explotación de la trufa negra como modelo agrario que caracteriza al municipio y después logró que una familia  se asentara en Briongos de Cervera cediéndole una nave ganadera para albergar un rebaño de cabras “Lo que quiere hacer Briongos es colocarse en el futuro en el sentido de que hay que luchar contra la suciedad de química de síntesis y hay que tener un paisaje limpio; en ese sentido lo que queremos hacer es intentar controlar el uso de pesticidas y de química de síntesis en el término municipal, aparte de otras consideraciones; para nosotros es la tercera innovación radical que practicamos en este pueblo; nos queremos colocar justo en el límite desde donde nos deja el sistema: hay que forzar el cambio y el cambio se hace con innovación radical. aunque nosotros no estamos haciendo nada realmente nuevo, sino que estamos dentro de una corriente potentísima que viene de la Unión Europea con sus directivas climáticas o de desarrollo sostenible”, explica el alcalde.

La ordenanza se concreta en un apartado que habla de la vigilancia, regulación y penalización de prácticas contaminantes en el uso de productos de química de síntesis, otro sobre la lucha contra el abandono de plásticos y otro tipo de envases en el paisaje y un tercero que se ocupa del control de uso de aguas subterráneas. “Lo que nosotros hacemos es controlar; ya que no podemos prohibir de una forma tajante el uso de química de síntesis, porque hay unas regulaciones que lo utilizan, sí controlarlo exhaustivamente, es decir: las multas pueden llegar hasta 1.000 euros si no se informa a la Junta Administrativa del uso del producto, la cantidad utilizada y si hay alguna alternativa posible en términos de producto ecológico”, detalla el edil, que explica también que “en el control de aguas subterráneas todos los pozos tienen unos relojes que controlan el consumo y nosotros dentro de nuestras capacidades podemos controlar esas mediciones de consumo de agua y si vemos que hay alguna anomalía en el consumo hacer una denuncia a la Confederación Hidrográfica, igual que la lucha contra el abandono de plásticos, donde las multas son un poco más pequeñas, pero pueden llegar hasta 300 euros aproximadamente”.

Hay un cuarto bloque que estimula con ayudas de 300 euros por hectárea la apuesta por la agricultura ecológica certificada.

En la misma fecha la Junta Vecinal aprobó una segunda ordenanza sobre árboles de interés local. Se trata de la adaptación de una normativa que tiene la Diputación Provincial para proteger este tipo de elementos del patrimonio natural. Y es que Briongos de Cervera cuenta con tres árboles centenarios, dos sabinas y un nogal, que se encuentran en buen estado de conservación, aunque no está demás una normativa que los proteja.

 
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