Economia y negocios

Cáritas denuncia al precarización del trabajo en la viña con el auge de las empresas intermediarias

La vendimia vuelve a desbordar la atención que esta ong eclesial proporciona a temporeros con mayor precariedad, a los que ofrece ducha, ropa limpia y comida

El servicio integral de empleo de esta entidad en Aranda consigue la inserción laboral de 63 personas en el último año, aunque en la mayoría de los casos con empleos temporales

Entrevista con Roberto Casado, responsble del Centro Integral de Empleo de Cáritas en Aranda en la Jornada por el Trabajo Decente

Entrevista con Roberto Casado, responsble del Centro Integral de Empleo de Cáritas en Aranda en la Jornada por el Trabajo Decente

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Aranda de Duero

El cambio experiemtado en el mercado laboral del sector vitivinícola en la comarca ribereña por el auge de las empresas intemerdiarias ha precarizado las condiciones laborales de los temporeros que acuden a la vendimia pero también de los trabajadores agrarios que se ocupan del trabajo en la viña durante el resto del año. Mientras de forma tradicional y hasta hace poco tiempo las empresas con una superfice de viñedo que requería trabajo todo el año contaba con varios empleados estables, la irrupción de las empresas intermediarias ha impuesto otro modelo en el que imperan los contratos temporales y la rotación de trabajadores por la explotación, con la consiguiente precarización de las condiciones laborales. Lo denuncia Cáritas en la Jornada por el Trabajo Decente, que se conmemora este 7 de octubre, tras haber sido testigo de esta evolución en el sector en los últimos años. Roberto Casado es el responsable del Centro Integral de Empleo de Cáritas en Aranda y se muestra convencido de que otro sistema es posible “Esta conversación la estoy teniendo con bodegueros y viticultores en esta temporada” asegura. “Nos hemos acostumbrado a trabajar con empresas de servicios cuando historicamente las empresas con un numero de hectáreas importantes tenían sus trabajadores todo el año. Ahora les dan de alta, les dan de baja incluso por dos días. Llueve, les damos de baja, sale el sol, les damos de alta. Esto no provoca arraigo. Si tienes hectareas suficientes para tener a tres personas contratadas todo el año, esas personas se van a dedicar a ti y a tu viñay tú te vas a dedicar a ellos. Pero no puede ser que tengas a tres para la poda en verde, otras tres para la poda en seco, tres distintas al año que viene… Así no tratamos a la persona dignamente”

También en esta campaña, como en las anteriores, Caritas en Aranda se ha visto desbordada por la demanda de temporeros que siguen careciendo de condiciones dignas de vida tras desempeñar su trabajo en la vendimia. Esta ong eclesial les ofrece la posibildiad de ducharse, ropa limpia y comida, pero no cuenta con la posibildaid de faciliar alojamiento, pese a ser conscientes de que es un problema con el que se encuentra un número no pequeño de personas que acuden a la vendimia en la Ribera. Por eso apelan al sector para que la calidad de los vinos lleve aparejada calidad también en las condiciones laborales de quienes trabajan en las viñas. “Yo veo diariamente como despues de una buena paliza de trabajo la gente tiene que venir a cáritas a ducharse, o a por ropa porque se han empapado o llegan llenos de barro, la gente viene a que les demos de comer. Parece que nosotros estamos siempre en la retaguardia, pero para que al día siguiente rinda, la gente tiene que haber desayunado, tiene que haber cenado, tiene que haber descansado y tenido unas condiciones dignas. A nosotros el tema de dormir nos deborda, pero hay instalaciones como par que el ayunmtameinto, la denominación de origen o los propios empresarios se lo planteen. Pero resulta más fácil mirar para otro lado”

El agrario es junto al de las empleadas del hogar, que también sufren numerosas vulneraciones de derechos, los dos sectores en los que centra más su trabajo el Centro Integral de Empleo de Cáritas en la capital ribereña, aunque su atención abarca la inserción sociolaboral de las personas desfavorecidas de Aranda y la comarca. A lo largo de 2020 casi 300 personas han pasado por lo distintos servicios que ofrecen, desde la orientación laboral a la formación y la intermediación con contratadores o empresas. De las 292 personas atendidas 179 no tienen ningún tipo de ingresos y más de las dos terceras partes, 187, son mujeres.

A lo largo de este año Cáritas Aranda ha conseguido 65 insercionas laborales, aunque las dos terceras partes, concretamente 43, han sido a través de trabajos temporales.

Desde su servicio integral de empleo son testigos de cómo la falta de trabajo, su temporalidad y la condiciones precarias suponen un sufrimiento para muchas personas. “El día a día nos hace vivir situaciones difíciles, duras e injustas. Constatamos situaciones laborales preocupantes en aquellas personas que son más vulnerables, especialmente en las mujeres, en aquellos que viven situaciones administrativas de inestabilidad, en aquellos con trabajos temporales o precarios, cuyos salarios no permiten desarrollar una vida digna, en aquellas personas que quieren acceder a un empleo y no tienen ingresos ni ahorros, teniendo la necesidad de aceptar cualquier trabajo.”

 
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