El nuevo Estatus ya no es prioritario

Bilbao

El péndulo patriótico del PNV está en el punto más alejado del independentismo. Por primera vez en décadas, podría ser hasta por primera vez, la cuestión territorial no es cuestión prioritaria para un Gobierno vasco con jeltzales. El nuevo Estatus no está entre los diez objetivos del programa de gobierno de Urkullu. Lo estaba hace cuatro años y hace ocho.

Este posibilismo suele acelerarse por las crisis y sintoniza con lo que la ciudadanía entiende que debe ocupar al Gobierno. Según los sociómetros de 2012 y 2016, que preguntaron por ello, el nuevo estatus debería haber sido su décima o séptima prioridad, respectivamente.

Ahora desaparece del listado de objetivos. También, por razones obvias, la paz, y cumplir el deficit europeo, ya papel mojado. El principal reto repite: bajar la tasa de paro del 10 por ciento (que se consiguió, pero arruinó la COVID). Aparecen otros nuevos o más ambiciosos, en el medio ambiente, el fracaso escolar o la natalidad. Pero se rebaja la exigencia en igualdad. Antes queríamos estar en el top 4 europeo; ahora, en el 6. Por si no tenían contentas a las feministas.