Armengol, más ambición
Le pedimos a la presidenta algo nuevo, eso del tranvía lo tenemos muy visto porque ha salido ya en la canción de Sabina

"La línea roja" de Matías Vallés (21/10/20)
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Palma
Con toques de queda en la libertina París, quién querría hoy el puesto de cualquier gobernante, pero alguien tiene que hacerlo.
Francina Armengol esperaba una segunda legislatura sosegada, en la que dejarse llevar por la corriente porque ya se sabía la lección.
Sin embargo, en el camino de la presidenta se cruzaron el señor Thomas Crook y la señora Pandemia.
Para neutralizar estas plagas, Armengol se muestra cada vez más reservona y conservadora, en el peor sentido de la palabra
Después de escucharla ayer durante una hora muy larga, es obligatorio reclamarle más ambición.
Armengol ilusionó a la izquierda en dos mayorías absolutas holgadas, y nunca ilusionará a la derecha aunque se lo crea.
Abundan los precedentes de dirigentes progresistas que creyeron que habían engatusado a los conservadores, sobre todo en las filas de PSM/Més.
Perdieron la coherencia y el cargo.
Armengol es la única persona que puede presidir ahora mismo Balears, a falta de ver el debate de hoy.
Por eso le pedimos a la presidenta algo nuevo, eso del tranvía lo tenemos muy visto porque ha salido ya en la canción de Sabina.




