Fertiberia defiende su plan para los fosfoyesos como "serio y realista"

Huelva

El presidente de Fertiberia, Javier Goñi, ha presentado esta mañana en Huelva el proyecto Restore 20/30, que una vez que ha obtenido la Declaración de Impacto Ambiental, supondrá la inversión de más de 65 millones de euros en una década para cerrar e integrar en la marisma el apilamiento de residuos.

Esta mañana hemos asistido en el salón de actos de la Federación Onubense de Empresarios a la puesta de largo del proyecto Restore 20/30. La clausura y sellado del apilamiento de fosfoyesos en Huelva, una vez completados todos los permisos, llevará 10 años de trabajo para ofrecer "la mejor solución posible" a este tipo de depósitos. La inversión será superior a los 65 millones de euros y la actuación dará a trabajo a un centenar de empleados.

Fertiberia lanzará una web en los próximos días para dar a conocer a toda la ciudadanía sus planes. El documento presentado esta mañana ha tenido en cuenta, según Goñi, las mejores lecciones que se han aprendido en la clausura de decenas de depósitos similares en todo el mundo. Los fosfoyesos serán encapsulados y después cubiertos de una capa de vegetación para integrar el paisaje en la marisma. Alrededor de las balsas se instalará una escollera perimetral, que será doble en las zonas donde están localizados los canales mareales. Una vez ejecutado el proyecto los depósitos estarán vigilados y monitorizados otros 30 años, de tal manera que la población puede estar muy tranquila, según la empresa.

La empresa ha respondido más de 1.300 alegaciones para obtener la Declaración de Impacto Ambiental, un documento que finalmente ha sido favorable con el aval de hasta 21 organismos públicos oficiales.

El responsable del proyecto, Juan Ramón Miró, cree que el comité de expertos designado por el Ayuntamiento de Huelva llegará a las mismas conclusiones.

La empresa ha descartado la existencia de fallas sísmicas en el estuario de la ría del Tinto. El proyecto ha tenido en cuenta simulaciones de los peores terremotos posibles en la zona, así como de otros escenarios meteorológicos adversos. En ninguno de esos estudios se ha temido por la estabilidad de los depósitos.

Fertiberia obtuvo la concesión de Costas para hacer un uso industrial de la marisma donde ha depositado los fosfoyesos desde los años 90. Un permiso que más tarde se revocó por el incumplimiento de la altura máxima permitida para las balsas, que estaba fijada en tres metros y se han llegado a alcanzar hasta los 30 en determinadas zonas. Por eso la Audiencia Nacional decretó la finalización de los vertidos por la vía judicial. El proyecto Restore 20/30 devolverá a la ciudad una colina que supera los 25 metros de altura en una zona que antes era una marisma natural. La empresa no se siente responsable por ello y señala a las administraciones que lo han autorizado. 

Javier Hidalgo, jefe del departamento de Medio Ambiente de Inerco. 

La empresa tiene que formalizar todavía ante la Audiencia Nacional la consecución del aval anunciado estos días.

La compañía está obligada a cumplir con las condiciones que fije la Junta de Andalucía en la Autorización Ambiental Integrada y en el Estudio de Impacto en la Salud de las balsas. Un documento, éste último, que está realizando actualmente la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica. También debe cumplir con las prescripciones que establezca el Consejo de Seguridad Nuclear en materia radiológica. Tanto en la zona 5 como en los aledaños de las zonas 2 y 3, hay localizados fosfoyesos negros o materiales con contaminación radiológica. El CSN debe pronunciarse en un dictamen y como consecuencia de ello y en el caso de que Fertiberia se vea obligada a modificar sustancialmente el proyecto, los cambios introducidos tendrán que someterse de nuevo al procedimiento de evaluación ambiental oportuno.