Economia y negocios

Los sindicatos agrarios discrepan sobre la utilidad de la segunda fase del Canal de Navarra

UAGN señala que "Convertirá al sector agroalimentario en motor para salir de la crisis" y desde EHNE Nafarroa apuntan que "Acabará desplazando la agricultura familiar"

Félix Bariain, presidente de UAGN / UAGN - Archivo EP

Pamplona

La decisión de colocar dos tuberías soterradas para llevar el agua por el Canal de Navarra a la Ribera, con un coste previsto de 220 millones de euros, genera controversia entre las dos organizaciones agrarias, UAGN y Ehne Nafarroa, con puntos de vista divergentes sobre la conveniencia de la obra.

Para el presidente de UAGN, Félix Bariáin, este es un momento de "inflexión" para la agricultura de la Ribera de Navarra por el acuerdo al que se ha llegado en Canasa. Además de atender una "demanda histórica" y llevar agua de calidad para 70.000 vecinos de la comarca y para la industria, Bariáin resalta que esta obra "puede cambiar de manera significativa" el uso y el paisaje agrario de la Ribera. Y es que se podrá llegar a zonas donde ya se está regando, pero ahora se podrá hacer con "agua de calidad" para mejorar los cultivos. Pero también "va a llegar a la margen derecha del Ebro, una zona árida y seca, y pasar de un secano rabioso donde prácticamente no se cosecha a poder implantar productos hortícolas o permanentes". A juicio de Bariáin, el cambio va a ser significativo, pero sobre todo va a propiciar que el sector agroalimentario de Navarra cobre más potencia y que la agroindustria sea un motor para la salida de esta crisis. Además, va a posibilitar qué gente joven se pueda dedicar a la agricultura, que la agroindustria se pueda surtir de producto navarro y que en definitiva se facture más y se genere más impuestos y más empleo."

El presidente de UAGN anuncia que "por supuesto vamos a incidir en que esas fechas se cumplan, que en el año 2021 se haga la declaración de impacto ambiental y a partir de 2022 comienzan a trabajar las máquinas".

EHNE: UNA OBRA "NO RENTABLE NI SOSTENIBLE"

Frente a la satisfacción expresada por UAGN, el sindicato Ehne Nafarroa alerta de la falta de rentabilidad de este proyecto para los agricultores locales a largo plazo. Su presidente, Imanol Ibero, recuerda que es un proyecto con el que no están de acuerdo "ni en su principio, ni en cómo se han llevado sus primeras fases ni en cómo va a acabar".

Califica de "paradójico como en un proyecto que empieza justificándose con llevar el agua para regar tierras de cultivo, acaba siendo el argumento principal el agua de boca porque nosotros la valoración que hacemos es que el canal para regar las tierras de cultivo no es rentable a largo plazo".

Y añade que "tampoco es rentable ni para la sociedad ni para los presupuestos públicos y eso se ve confirmado con otros 220 millones de euros que hay que gastar para llevar esa agua".

"Nos mosquea y hasta nos parece un insulto que se incluya este proyecto dentro del Pacto Verde europeo" y se pidan fondos a Europa para financiar este proyecto que a juicio de Ehne, tiene muy poco de verde y tampoco es socialmente sostenible.

Y es que, según este sindicato agrícola y ganadero, "favorece la concentración de tierras y que capitales que incluso no están vinculados al sector primario acaben acaparando tierras, desplazando a la agricultura familiar y generando una agricultura que se dedica a exportar sus productos y con consecuencias socialmente bastante criticables".

Ehne admite que no pueden exigir la paralización de un proyecto en el que ya se ha gastado "semejante millonada" pero sí pide al departamento de Desarrollo Rural que haga un seguimiento del impacto real, social y económico, que tiene sobre el tejido productivo esta infraestructura".

 
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