El turismo fía todo al visitante local: "Pensamos en echar el cierre, estar por estar no tiene sentido"

Madrid

La pandemia está pasando factura a todo. Por eso, en Hoy por Hoy Madrid, tomamos el pulso a diferentes sectores, queremos saber en qué situación se encuentran y qué medidas están adoptando para reconvertirse a los nuevos tiempos. Centrados esta vez en el turismo, nos enfocamos en varias áreas.

Empezamos nuestro recorrido por uno de los lugares que suele, o solía, reunir a los turistas: los hoteles. Según datos de la Asociación de Hoteleros de Madrid, solo un tercio de los hoteles está abierto en la capital. "Manejamos un futuro a cinco días vistas", dice Antonio Núñez, director del Hotel Santo Domingo. Tienen el sello de calidad, medidas higiénicas, pero les faltan clientes. "Octubre ha sido ir derrapando. Noviembre no tiene viso de movimiento. Estamos pensando echar el cierre, no vemos que haya clientes y estar por estar no tiene sentido", afirma. Se han planteado el coworking, muchos hoteles lo están haciendo, se han planteado alquilar zonas del hotel, pero no le ven recorrido.

Otro centro turístico, hasta antes de la pandemia, eran los comercios de la Plaza Mayor y alrededores. La escasez de turismo nacional e internacional ha provocado el deterioro de la situación económica de los comercios de la zona. Rafael Molina, presidente de la Asociación de comerciantes, amigos y vecinos de la Plaza Mayor dice que "la gente no viene al centro, por una serie de medidas de las administraciones: Madrid Central, Madrid 360, la peatonalización de Sol. Muchos comercios han tenido que cerrar y se venden los locales o se alquilan, aunque ya no es atractivo tener un local en el centro porque no se sabe qué va a pasar". Su actividad, asegura, está como al 25% de antes de la pandemia.

Félix Arias forma parte de este sector, tiene un negocio desde 1955 en la Plaza Mayor y afirma que esta es la peor crisis a la que se ha enfrentado. "No se ponen de acuerdo, esto es un desastre", critica la gestión de las instituciones. Desde el marzo el tradicional mercado de los domingos no funciona. Félix no entiende por qué no se permite en la Plaza Mayor: "Está abierta completamente, al aire libre", dice, y cree que el público, si el mercado se organizara bien, volvería.

Los fines de semana, las principales pinacotecas de la capital se llenaban de visitantes. Ahora hay público, pero reducido. Es el caso del Reina Sofía y el Prado. En el primero, tras la cuarentena, abrieron sus puertas el 6 de junio y la reducción de público es palpable: en junio de este año tuvieron 13.000 visitantes frente a los 113.000 del año pasado en el mismo mes. Mabel Tapia, subdirectora artística del Reina Sofía dice que están "intentando pensar el museo como un lugar vivo. Las actividades y exposiciones están teniendo acogida; el museo es un sitio al que se quiere venir". Por supuesto se han adaptado a la nueva realidad: mascarillas, geles, control exhaustivo del aforo.

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Algo parecido sucede en el Museo del Prado, otro de los epicentros del turismo de nuestro país. La pinacoteca atrajo a más de 3 millones de visitantes el año pasado, y ha registrado este mes unas cifras muy alejadas: en octubre el Prado ha recibido a solo 31.000 visitantes, y en el total del año, no llega a las 800 mil. "Han bajado los visitantes. El año pasado estamos en una media de 9.000 días, ahora estamos en 1.000 aproximadamente, dependiendo de los días. El público ha cambiado el perfil, los cierres de fronteras, los perimetrajes, eso hace que los visitantes sean puramente españoles", dice Virginia Garde, coordinadora general de desarrollo de públicos y seguridad del Prado.