Bodega La Rambla. Fem un variat!
III mostra del variat Mallorca Degusta
undefinedSER Foodie Mallorca
Palma
Fundada en 1940, la Bodega La Rambla es uno de esos lugares que merecen llevar colgada la palabra “templo” solo por todas las vivencias que esconden, silenciosas y casi expectantes, sus paredes, acogedoras de tanta vida e historias durante tantísimos años. Y también por el hecho de mantener intactos genio y figura durante décadas. Toni Ferrer la abrió y la llevó hasta 1947, momento que pasó a mano de una familia de Camp Redó.
Años después, el que había empezado de mocillo en el local, Roberto Pérez, se hizo cargo del establecimiento: “En 1969 la adquirió por dos millones de las antiguas pesetas en traspaso”, recuerda su hija Jero, quien asegura que “el variat siempre ha sido nuestra estrella”, el plato “que más servimos”.
Con todo, esta “ópera” de la gastronomía mallorquina encuentra en Bodega La Rambla un aspecto diferenciador respecto a otras recetas: “Mientras que los otros variats reúnen diversas salsas, el nuestro solo lleva una, la del pica pica de sepia”, detalla Jero Ferrer.
El plato “incluye una base de ensaladilla, pica pica de sepia, rebozados, buñuelos de pulpo, verduras rebozadas (berenjena, coliflor o calabacín), calamar a la romana (cortado y rebozado por nosotros), filetes de pescado rebozados y champiñones, también naturales”.
Todas las semanas, excepto los martes y los miércoles, cuando permanece cerrada, Bodega La Rambla se llena de incondicionales que llevan “toda la vida viniendo a comer aquí”. Acuden con sus hijos o nietos, y al tiempo introducen a las nuevas generaciones en la cultura de esta especialidad tan aromática, gustosa, rompedora y ¿por qué no?, tan rodeada de rock and roll.
Desde un rincón de este apasionante establecimiento, Jero Ferrer lamenta que se haya perdido “la comida tradicional, como se pierden otras costumbres”, aunque celebra que, entre todos, intentemos poner en valor “un plato tan mallorquín” y “tan nuestro”.
Ensaladilla rusa, pica pica, calamar y buñuelos de pulpo siguen entusiasmando y sorprendiendo a paladares desde este templo, Y, justo después de dejarnos seducir por esta ópera prima de la cocina hecha en Mallorca durante generaciones, mientras esperamos el café, Jero nos dice en tono cómplice: “Me siento sumamente orgullosa de todos y cada uno de los clientes que han pasado por La Bodega (se emociona y le tiembla la voz), porque siempre me he sentido acompañada”. En este punto tiene unas palabras para todos aquellos que están a su lado: “Estoy muy agradecida a mi personal, a las dieciséis personas que trabajan conmigo y a todos los que han pasado por nuestra casa”.
Publicación de El llibre del variat mallorquí. Redacción: Aina Solano/ Fotografías: Cristina Ortega/ editado por Disset Edició y Radio Mallorca.