Pasamos una noche en un control de tráfico: Alicante respira durante el toque de queda
Radio Alicante acompaña a la Policía Local durante un control estático para el control del cumplimiento del toque de queda
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Alicante
Son las 23:50 horas en Alicante. Restan diez minutos para que comience el toque de queda decretado por la Conselleria de Sanitat como medida restrictiva para evitar la expansión del coronavirus.
Para controlar su cumplimiento, la Policía Local de Alicante monta un dispositivo estático junto a las Urgencias del Hospital General, en la Avenida Maestro Alonso en su intersección con la Gran Vía. La ciudad está prácticamente desierta, pero todavía quedan algunas personas que apuran el cronómetro para regresar a sus domicilios. Solo se escucha el ruido del motor de los pocos vehículos que circulan por los alrededores de este control policial. Es una imagen inusual de un jueves en la ciudad de Alicante.
A pocos minutos de llegar a las 12 de la noche, el inspector Tomás Acame reúne a 10 agentes para coordinar el dispositivo de vigilancia. En el resto de la ciudad, otras patrullas vigilan la zona de playas y el centro de la ciudad.
Llegan las 00:00, hay toque de queda, no se puede circular por la vía pública salvo causa justificada. Comienzan a llegar al control los primeros vehículos. La gran mayoría de ellos son trabajadores que acaban de terminar su turno, o personas que salen de Urgencias del Hospital General por lo que cumplen los requisitos para poder circular por la calle, aunque solo para regresar a sus domicilios.
Los ciudadanos de Alicante cumplen aunque no todos. También hay casos de personas que no pueden justificar su presencia en la vía pública y son sancionados por los agentes. Una de las primeras multas es para dos jóvenes que llegaron al control en moto. La razón que le dieron a los agentes fue que "iban a comprar". Además, circulaban sin ITV por lo que fueron sancionados.
Los primeros 20 minutos tuvieron bastante tráfico, aunque tras ello, la actividad baja considerablemente. A la 01:00, el inspector Acame da por finalizado el control estático con un balance de cuatro sanciones por incumplir el toque de queda. Tras ello, las patrullas se reparten por el resto de la ciudad para seguir con la vigilancia.
La imagen de las principales avenidas de la ciudad de Alicante es desoladora. Alfonso X el Sabio, la Rambla, Castaños o La Explanada quedan totalmente desiertas. Con la declaración del toque de queda se han reducido los botellones y las fiestas privadas, aunque siguen siendo el principal caballo de batalla para las fuerzas de seguridad, sobre todo durante los fines de semana.
La ciudad respira y descansa hasta las seis de la mañana, momento en el que se levanta el toque de queda, cuando Alicante vuelva a sentir el calor de sus ciudadanos. Es necesario ser responsables y cumplir con todas estas medidas para acabar con el coronavirus. Lo haremos para volver para volver con más fuerza.