Grito de auxilio del sector de restauración para reclamar ayudas

Palma

El sector de la restauración está desesperado y lanza una llamada de auxilio. Han reclamado este mediodía ayudas directas al Gobierno central para las cafeterías, bares y restaurantes de las Islas. Solo en Mallorca hay más de 9.000 establecimientos de los cuales casi una cuarta parte ha cerrado tras dar por terminada la temporada y otro 12 por ciento se encuentra en liquidación.

En todas las provincias del Estado se han entregado a Delegación de Gobierno las peticiones para poner en marcha ayudas directas al sector que suman un total de 8.500 millones de euros. Medidas que según las patronales ya han tomado otros países de la Unión Europea. Entre las propuestas piden ayudas directas a fondo perdido a empresas y autónomos, un plan de promoción de la gastronomía de España y otro plan para la de formación laboral. 

Este jueves hemos querido conocer de primera mano la situación del sector. No hay prácticamente turistas en el centro de Palma y eso se nota mucho en los comercios de restauración. Muchos locales cerrados temporalmente: por vacaciones o por la crisis sanitaria; y otros que no han podido aguantar más y han colgado el cartel de se traspasa o se alquila.

El sector de la restauración en el centro de la capital balear se mantiene gracias a los residentes y a los escasos trabajadores. Se pueden ver algunas reformas en hoteles de la ciudad, algo que beneficia directamente a las cafeterías y restaurantes de la zona.

Es el caso de la Cafetería Sa Trobada, a pocos metros del Paseo del Borne. Su responsable Rafael Montero admite que no vienen ya turistas y que la facturación ha bajado un 70 por ciento. 

Justo en la esquina, se asoma un pequeño local de bocadillos. El Merendero Minyones nos recibe con un cliente en la barra. Su responsable Juan Pablo Quincuel reconoce que son necesarias ayudas en los alquileres o en los impuestos.

Cerca del Teatre Principal nos encontramos con el Fornet de la Soca. El antiguo Forn del Teatre se mantiene abierto y agradecen el apoyo que han recibido por parte de los residentes. Maria José Orero nos recibe junto a un enorme cartel en la entrada en el que se puede leer "gràcies per estimar el petit comerç, tu ets la nostra esperança". Aunque admite que han decidido cerrar temporalmente su otro local de Can Corbella, en la plaza de Cort.

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En la Plaça del Mercat no hay coches ni tampoco terrazas prácticamente. Uno de los pocos comercios que mantiene abierto es Nana Café Bistro. Su responsable Valeria Quesada admite que no se ha notado la temporada turística y explica que hasta la semana pasada había franceses e ingleses.