El Sporting se sigue codeando con los mejores
Los rojiblancos suman un valioso punto ante un rival que aspiraba al liderato
El Sporting suma y sigue. Los rojiblancos siguen tuteando a los equipos más potentes de la categoría, tanto en la tabla como en el cara a cara. Mucho mérito hay que darle al punto sumado en Mallorca, frente a un rival que aspiraba al liderato y al que este irreverente Sporting, desafiando los favoritismos y todo tipo de dificultades, le dejó con la miel en los labios. El segundo empate consecutivo de los rojiblancos (este sin goles) deja buen sabor de boca.
Con las maniobras limitadas por las bajas (solo trece jugadores de la primera plantilla disponibles), David Gallego apostó por lo mismo que en el partido frente al Rayo Vallecano, hasta el punto de que el retorno de Manu García no varió sus planes tácticos. El internacional sub 21 partía desde la banda derecha, con la idea de meterse mucho al medio, tal y como hiciera en su ausencia Nacho Méndez la semana pasada. Hay que reconocerle una vez más a Gallego su esfuerzo por estrujarse los sesos para exprimir lo más posible sus recursos, insistiendo en el objetivo de ganar peso en mediocampo con Javi Fuego y Gragera cubriendo las espaldas de Pedro Díaz, más liberado de labor oscura y tratando de aprovechar su capacidad de llegada al área rival y su buen disparo de media o larga distancia. Esta alternativa tiene sus pros y sus contras: lo negativo es que con Manu partiendo desde la banda su influencia en el juego es menor y el equipo pierde último pase.
En la primera parte el partido tuvo ritmo y abundantes llegadas a las dos áreas. Trabajaba bien Djurdjevic, aunque normalmente lejos del área. Participó en la primera ocasión del partido, bien tempranera: al minuto y medio el serbio tocó de tacón para Pedro Díaz, que controló a la perfección, tiró un caño al rival y disparó cerca del palo.
Respondió el Mallorca con una gran ocasión que desbarató Mariño, cerrando el primer palo a un Mboula cuyo control le había escorado demasiado cerca de la línea de fondo. El que fuera objetivo del Sporting este verano, alternativa al ahora irrelevante Cumic, tuvo en sus botas una de las mejores ocasiones para el cuadro balear.
El partido era un toma y daca. Manolo Reina evitó el gol de Aitor García tras otra buena acción que partió de las botas de Djuka, quien recibió de Babin y, de espaldas y a portería, abrió para Manu García, que sirvió al área para que Aitor, en su remate de primeras, se encontrara con el portero bermellón. En la siguiente acción de peligro Aitor García se fue por velocidad por la izquierda y sacó el pase atrás para un Djurdjevic que no se atrevió a usar la pierna zurda y solo pudo forzar el corner. Tras el saque de esquina, Manu García puso otro balón peligroso desde la línea de fondo, que no encontró rematador. Apenas habían pasado 20 minutos y el Sporting estaba enchufadísimo.
El partido cambió a raíz del descanso. El Mallorca dio un paso adelante y encerró en su terreno al Sporting durante muchos minutos. Los rojiblancos se limitaban a defender, sin pasar apuros, pero con nulas opciones de salir de su propio campo. Solo cuando Manu García abandonó definitivamente la banda para echarse el equipo a la espalda, el Sporting empezó a generar fútbol de nuevo. Manu fue el canalizador de juego y Pedro se convirtió en la principal baza ofensiva, primero con un disparo de rosca, con la zurda, que se fue fuera por poco y posteriormente en un contrataque de libro se le quedó atrás el pase de Aitor García.
En condiciones ideales, David Gallego hubiera agitado más el árbol, buscando soluciones y pensando en que el miércoles hay otro partido. Pero las circunstancias son las que son y eso lo condiciona todo. El técnico sportinguista solo introdujo un cambio: dio entrada a Gaspar por Manu García en el minuto 88. Apenas tuvo tiempo el canterano para participar en un choque que terminó con un empate valioso, que deja al Sporting cuarto, ahora superado por el Leganés, pero a solo dos puntos del Mallorca y a tres del líder, el Espanyol. El equipo gijonés sigue demostrando estar al nivel de los mejores y competir con cualquiera. La duda, una semana más, es si una plantilla tan exigida y con tan pocas alternativas puede mantener este ritmo. El miércoles, ante el Sabadell, quizás a Gallego no le quede otra que, en la medida de lo que pueda, refrescar el equipo con caras nuevas. Aunque sin confiarse, porque el equipo catalán viene de darle un buen meneo a Las Palmas.
David González
Vinculado a SER Gijón desde 1998. Director de SER Deportivos Gijón y voz de los partidos del Sporting...