He visto las luces
El efecto resulta deslumbrante, con un impacto muy superior al logrado cualquier otro año

"La línea roja" de Matías Vallés (24/11/20)
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Palma
Quieren prohibir la Navidad, aunque sea por una buena causa.
Sin embargo, los resistentes pugnan por mantener el ambiente festivo contra viento y marea.
Quienes reivindican las fiestas no son negacionistas, son nativistas.
Y acabo de darme cuenta de que no se van a rendir.
Aunque la frase correcta es “he visto la luz”, la verdad es que “he visto las luces”.
Numerosos pisos a nuestro alrededor han engalanado sus balcones con todo el aparato luminoso como si fuera una nueva Navidad, porque nunca puede hablarse de una Navidad más.
El efecto resulta deslumbrante, con un impacto muy superior al logrado cualquier otro año.
El efecto sentimental viene reforzado por la sorpresa.
Nada en los acontecimientos de los últimos meses permitía prever que tanta gente se pusiera de acuerdo en salvaguardar la tradición, sin un contacto previo entre ellos.
Los rasgos conservadores se han hecho revolucionarios.
Y que no se preocupe la autoridad sanitaria, cada vez más policial.
No tenemos claro que las luces navideñas en casas curen, pero es evidente que ayudan.




