Para negociar un presupuesto hay que dejarse de líneas rojas, verdes o amarillas
La Columna de Carlos Arcaya: «Para negociar un presupuesto hay que dejarse de líneas rojas, verdes o amarillas»
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Alicante
El movimiento social alicantino está en contra de la ordenanza de mendicidad y prostitución que quiere aprobar el bipartito, un asunto que finalmente no va al pleno de esta mañana. En cualquier caso, si miramos al futuro o a los problemas más acuciantes de la ciudad, la convivencia ciudadana no es ni mucho menos uno de ellos.
Lo que si es urgente es tener un presupuesto municipal para 2021 que afronte los muchos retos sociales y sirva para reactivar la economía. Y para ello es necesario que el equipo de gobierno ponga su propuesta sobre la mesa. No sé, pero conviene recordar que esta es una tarea de quien gobierna y no de quien está en la oposición. Tras su presentación, si estás en minoría, no te queda otra que negociar. Y para ello, el bipartito tiene la mano tendida de los socialistas.
Puedo entender que el alcalde Barcala esté molesto por la posible reprobación de esta mañana, pero en política hay que relativizar los reveses y priorizar las necesidades ciudadanas.
Para negociar un presupuesto hay que dejarse de líneas rojas, verdes o amarillas, pero también de hacerse el ofendido. Para conseguir lo importante, a veces, hay que tragarse algún sapo y aparcar lo innecesario. Todo lo demás es -con perdón- posturéo.
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