La guerra feliz entre dos amigos

Bilbao

El frontón Bizkaia de Bilbao acoge este domingo la primera final del Manomanista sin público en las gradas, sin ambiente previo en los alrededores del frontón, sin corredores de apuestas en la contracancha. Pero habrá final, y Jokin Altuna y Erik Jaka pelearán por la txapela más preciada de la temporada.

Altuna es el más joven pero al mismo tiempo el más veterano en estas lides, y por ello parte como favorito. De hecho, el dinero saldrá doble a sencillo a su favor. No en vano, será su sexta final de primera y ya sabe lo que es ganar este torneo, lo hizo en 2018 imponiéndose a Aimar Olaizola. Ahora confía en calarse la segunda tras un campeonato con el que está contento: "Todos los partidos han sido distintos, pero mi mayor satisfacción es haber conseguido salir de situaciones complicadas, haberles dado la vuelta y ganar. Eso me da mucha fuerza".

Para Erik Jaka, por contra, será el debut en una final de primera. Reconoce que está nervioso y que saldrá a por todas: "Pase lo que pase, este campeonato me habrá dado mucho. Pero estoy aquí y quiero ganar la txapela sea como sea". Ha sido un año extraño para todos, pero en su caso ha tenido su vertiente positiva. "Si no se hubiera aplazado el Manomanista, no lo habría jugado", reconoce. Y es que tras el parejas tuvo un bajón físico que le complicó el verano.

Y para los dos será una final especial por quién tendrán enfrente. Ambos son gipuzkoanos, se llevan solo un par de años, mantienen una buena amistad e incluso entrenan juntos. Así que, preguntados por si preferirían otro rival, lo niegan con rotundidad. "Ojalá todas las finales que juegue sean contra él. Si no voy a ganar, quiero que sea él quien gane", ha dicho Erik, a lo que Jokin añade que "me alegro muchísimo por que esté en esta final y, si sigue por este camino, va a disputar muchas".