500 empleos en peligro por el cierre de los gimnasios

Burgos

Los gimnasios y centros deportivos de Burgos reclaman la reapertura de sus instalaciones ante una ''situación crítica'' que puede acabar con 73 negocios y 500 empleos, solo en la ciudad. Si no se les deja trabajar, en 4 meses habrán cerrado definitivamente uno de cada tres gimnasios, aseguran sus promotores, que identifican sus centros con la salud y no con el ocio. Carlos Tornadijo, uno de los empresarios de este sector, habla de unas pérdidas medias del 53% del negocio.

Aseguran que su cierre, decretado por la Junta de Castilla y León dentro de las medidas anti COVID, no está sustentado por ningún criterio sanitario y el Ministerio de Sanidad lo reconoce al cifrar en un 0,28% el nivel de contagios en estos establecimientos, que son lugares para mejorar la salud. Insisten en que el ejercicio físico es un factor terapéutico para muchas enfermedades y está demostrado que la pandemia ha empeorado la salud de los ciudadanos.

Alberto Calvo pertenece a la asociación de gimnasios y sostiene que el 44% de la población ha ganado peso y hasta el 90% ha aumentado sus niveles de stress. El 14% ha dejado de hacer ejercicio. Niegan que los gimnasios sean lugares de potenciales contagios o que estén cerrados para evitar la concentración de personas en sitios cerrados. Aseguran que han realizado una importante inversión en adaptar sus instalaciones con medidas preventivas que han triplicado sus gastos.

No entienden que en el deporte profesional se estén produciendo contagios a diario y no observan las medidas de seguridad que se imponen al resto de la sociedad. La asociación de gimnasios y centros deportivos de Burgos hace un llamamiento a la unidad del sector para seguir defendiendo su derecho a trabajar en una actividad que creen necesaria, y reprochan a las administraciones, local y autonómica, el escaso apoyo que han recibido.