La 'marea azulona' y los palos: protagonistas del Viña Albali Valdepeñas VS Emotion Zaragoza (4-4)

Valdepeñas

El pabellón Virgen de la Cabeza de Valdepeñas (Ciudad Real) ha vuelto a albergar público en un encuentro de la LNFS. Todo ello, porque desde el pasado 22 de febrero de 2020, el Viña Albali Valdepeñas no sabe lo que es contar con público en un partido oficial en estas instalaciones.

De esta forma, el club azulón logró introducir hasta un centenar de aficionados durante los partidos de pretemporada en el Virgen de la Cabeza. Sin embargo, en competiciones oficiales, entre la aplicación de las medidas especiales de nivel 2 en Valdepeñas (que imposibilitaban albergar público en el pabellón) y los aplazamientos de sus partidos por la covid-19, esta comunión entre la 'marea azulona' y el equipo se ha demorado hasta nueve meses y 12 días.

Por el camino, este conjunto azulón se ha alzado con un doble subcampeonato, el de la Copa de España y el de Liga. No obstante, en este regreso del público a estas instalaciones no se ha logrado pasar del empate a cuatro goles ante el Fútbol Emotion Zaragoza.

Una vuelta de público a estas instalaciones en la que sus aficionados se han encontrado con diversos cambios, con respecto a la antigua normalidad. En esta línea, antes de entrar al pabellón debían de rellenar una hoja con sus datos personales y con una serie de preguntas sobre posibles contactos con positivos en covid-19. Un formulario que busca agilizar un posible rastreo por parte de las autoridades sanitarias.

Además, en esta 'nueva normalidad', sus aficionados debían de desinfectarse las manos a la entrada y eran dirigidos hasta sus asientos. También, los goles se deben de celebrar prescindiendo de cualquier contacto físico y desde el mismo hueco asignado. Unos protocolos de seguridad que persiguen que se pueda seguir albergando aficionados en las gradas.

Sin embargo, a pesar de todo este estricto protocolo, el Virgen de la Cabeza volvía a recuperar su rugir gracias, en parte, a ese aumento de espectadores de 100 a 300 personas. Una circunstancia que ha provocado que el ambiente a Fútbol Sala recordara, aunque sea mínimamente, al que se vivía antes de la llegada del coronavirus.

Los palos y las decisiones arbitrales: protagonistas en lo deportivo

Más allá del histórico reencuentro entre la afición y el club, en lo estrictamente deportivo, el Viña Albali Valdepeñas ha dejado escapar dos puntos por su falta de acierto ante la portería rival. Todo ello, porque en los 40 minutos de juego, se ha encontrado con el palo hasta en cinco ocasiones: Cainan, Nano, Dani Santos, Sergio González o Matheus Prea.

Una falta de acierto que ha sido aprovechada por el Fútbol Emotion Zaragoza, quien lograba asestar el primer tanto, a los seis minutos del pitido inicial, en las botas de Adri Ortego. No obstante, el club local se reponía con el 1-1, tras el tanto de Álex García. Tras ello, los maños se volvían a adelantar en el electrónico gracias al gol de Dian Luka. Una distancia que volvía a acortar para igualar las fuerzas, con el gol de Matheus. Un 2-2 con el que el partido se iba al descanso.

Tras ese paso por vestuarios, los de David Ramos lograban ampliar distancias hasta el 4-2, en apenas tres minutos, gracias a los goles de Catela y Dani Santos. Sin embargo, de poco le servía porque, en los minutos finales, se equilibraban las fuerzas gracias a Richi y Javi Alonso.

Una igualada en el electrónico, 4-4, que se iba a mantener hasta que la bocina del pabellón marcó el final del partido. Asimismo, el equipo visitante hizo que el guardameta valdepeñero, Edu Sousa, tuviera que hacer, una vez más, intervenciones imposibles para evitar que el rival ampliara su cuenta particular.

Un partido, además, marcado por la actuación arbitral en la que el club azulón acumuló hasta cinco tarjetas amarillas: la de Álex García, Chino, Rafael Rato, Dani Santos y la de Catela. Además, los de David Ramos se quejaron en varias ocasiones por manos no pitadas o tarjetas no sacadas al equipo rival.

Con ello, los 300 aficionados que pudieron ver 'insitu' el encuentro despidieron al equipo arbitral entre abucheos. No obstante, a pesar de esta actuación arbitral, el Viña Albali Valdepeñas pudo haberse llevado el partido sí hubiera encontrado puerta en cualquiera de las ocasiones que estrelló en la madera.