Seis positivos de 1.180 son pocos y muchos
Dados los contactos estrechos habituales en Navidad, el impacto de solo seis positivos se multiplica hasta la célebre curva exponencial

"La línea roja" de Matías Vallés (11/12/20)
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Palma
Los números también son relativos, por lo que se someten a una interpretación que puede aclararlos o desvirtuarlos.
Así ocurre cuando se nos comunica que de los 1.180 residentes en la península, vulgo estudiantes, que han vuelto a casa por Navidad, seis han dado positivo al coronavirus.
Iba a añadir que solo seis han dado positivo, pero eso es una interpretación.
Cinco positivos por millar o un 0,5 por ciento es un cociente tranquilizador, muy por debajo de la prevalencia que la Organización Mundial de la Salud, en un cinco por ciento, o el más estricto Centro Europeo de Control de Enfermedades, en un tres por ciento, consideran el nivel máximo para controlar la pandemia.
Un 0,5 por ciento de positivos es positivo, valga la redundancia, siempre que los tengas localizados como ha ocurrido con los retornantes que se han sometido a la prueba.
Sin emnbargo, si no se conoce la existencia de estos seis positivos, equivalen a tener siete mil personas contagiadas y por tanto contagiosas por la comunidad.
Dados los contactos estrechos habituales en Navidad, el impacto de solo seis positivos se multiplica hasta la célebre curva exponencial.
Seis positivos de 1.180 son pocos y muchos a la vez.
Demuestran sobre todo que el gran error desde marzo ha consistido en no conocer el estado real de la población.




