Blindar las residencias de mayores y más rastreadores: la ecuación para Tenerife durante las fiestas navideñas

Santa Cruz de Tenerife

El confinamiento de todo tipo está descartado así que la reunión celebrada entre los representantes de todas las corporaciones de Tenerife y Sanidad se convirtió en una asamblea informativa con una propuesta y una certeza: cerrar las residencias durante las fiestas navideñas y más rastreadores para detectar los contagios.

Los treinta y un ayuntamientos de la isla de Tenerife, además del Cabildo insular y el Gobierno de Canarias han mantenido este martes una reunión en el Auditorio de Tenerife con el objetivo de consensuar las medidas específicas que adoptará el Gobierno de Canarias este miércoles en un Consejo de Gobierno extraordinario.

El primero en abandonar el encuentro y el último en llegar fue el alcalde de Adeje. José Miguel Rodríguez Fraga ha asegurado que el tono de la reunión ha sido de consenso: "sin salud no hay economía y lo tenemos claro", ha subrayado en declaraciones a los periodistas con quienes no ha querido compartir detalles de las intenciones del Gobierno. "Lo decidirán este miércoles".

Con cierto grado de enfado, el primer edil santacrucero, José Manuel Bermúdez, recogió el testigo de Fraga y abandonó la sala al terminar el encuentro con la sensación de haber perdido el tiempo. "Me quedo igual que entré; no han dicho nada", afirmó.

Después de dos horas de reunión, en la sala de cámara del Auditorio de Tenerife solo quedaron dos actores sobre el escenario: Blas Trujillo y Pedro Martín. El Consejero de Sanidad y el Presidente tinerfeño han coincidido en que el objetivo principal es proteger, sobre todo, a uno de los grupos de población más vulnerables ante la enfermedad: los mayores ingresados en residencias. "Le hemos propuesto al Gobierno que no permita la salida de los residentes durante los días clave de las fiestas navideñas y controle el acceso de algunos familiares", sugirió el Presidente insular.

Esa es una de las propuestas que llegará este miércoles al Consejo de Gobierno extraordinario y Trujillo la ve con buenos ojos. Además, también se añadirán equipamientos y se aumentará el número de plazas para alojar a personas que deben ser aisladas.

La otra gran medida, el aumento de los rastreadores. Ahora son 200 los que trabajan en la isla de Tenerife. A esos hay que sumar los militares y a todos se les incorporarán unos 40 que se están formando para ello. El consejero de Sanidad ha destacado la falta de colaboración de algunas personas con estos profesionales para localizar sus contactos estrechos y llegar al origen de los brotes. "Seguramente se comportan así por su conducta incívica", dijo Trujillo que ha aplaudido su labor  al considerarlos "una de las medidas para controlar la pandemia que obtiene mejores resultados".

Los alcaldes también han cuestionado al máximo representante del área sanitaria el inicio de la vacunación en el Archipiélago que sostiene que comenzará "durante la segunda quincena de enero", aunque, en su orden de prioridades parece un objetivo a largo plazo: "primero vamos a resolver lo que nos ocupa, que es Tenerife".