Historias de Madrid: María Guerrero
Actriz, empresaria y, lo más importante de todo, referente ineludible de la historia del teatro internacional desde finales del siglo XIX hasta bien entrado el XX. María guerrero triunfó en los escenarios de medio mundo esquivando barreras que otras solo podían superar con el físico
MARÍA GUERRERO
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Madrid
Sí, es cierto, María Guerreo (1867-1928) no podría ser nunca una sex-symbol del teatro. Estuvo ahí arriba por méritos propios gracias a una personalidad arrolladora, una formación artística y una capacidad de trabajo que pocas personas pueden igualar. Es más, consiguió triunfar en los escenarios de medio mundo, como decía arriba, Francia, Italia, Estados Unidos, Bélgica y, por supuesto, España y toda Sudamérica, superando barreras idiomáticas y presentándose siempre como lo que era, una Actriz, con mayúscula.
Formación y éxito rápido
Desde muy joven, interesada por el mundo del teatro, se formó con los mejores profesionales. Incluso estuvo viviendo en París estudiando arte dramático. Todo ello le permitió hacerse con una experiencia que unida a sus naturales dotes artísticas, la convirtieron en todo un referente en la época. Pensemos que en aquel momento no había cine sonoro y el mudo era el que era. El teatro a finales del XIX era el punto de mira del entretenimiento de la época.
Su fama fue tal que los mejores pintores de la época la retrataron realizando algunas de sus interpretaciones. Emilio Sala como niña, Joaquín Sorolla haciendo la comedia de la Dama Boba, o Raimundo de Madrazo como doña Inés. Además, trabajó no solamente con los autores clásicos. Yo no la conocí, pero decían que las obras de Lope de Vega interpretadas bajo su mano eran espectaculares. Sin embargo, también lo hizo para dos premios Nobel, Echegaray y Benavente, ahí queda eso.
Hoy el antiguo Teatro de la Princesa, teatro que ella compró como empresaria junto a su marido y que le sirvió de casa durante muchos años, fue adquirido a su muerte por el Estado Español y hoy lleva su nombre, María Guerrero