Aqualia insiste en la necesidad de hacer un buen uso de los imbornales
La Estación de El Portal recoge cada año cientos de toneladas de residuos que llegan con el agua de los colectores
Programa Especial Aqualia
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Jerez de la Frontera
Entre el final del otoño y el principio del invierno, coincidiendo con la acumulación de hojas de árboles y el período de lluvias, se intensifican por parte de los operarios de Aqualia las labores de limpieza de los imbornales. En Jerez hay dos zonas especialmente sensibles por la facilidad para que produzcan inundaciones. Una es la zona centro, con especial atención de la calle Honda, Rotonda de los Casinos, Alamedra Cristina y sobre todo calle Porvera. La otra es la barriada de la Liberación, donde no hace mucho tiempo se vivieron escenas de coches arrastrados por el agua que dieron la vuelta a España.
Es por ello por lo que la vigilancia y la limpieza de pocetillas, alcantarillas y pozos se extrema en estas fechas, aunque las labores de mantenimiento se llevan a cabo durante todo el año. Contrariamente a lo que podamos pensar, el atasco en los imbornales no se produce solo por la caída de hojas. La acción poco responsable de algunos vecinos, que toman éstos como contendor de escombros o como una papelera pública contribuye al atasco de estos sumidores que impiden la absorción total del agua en caso de lluvias torrenciales.
En Hoy por hoy de Radio Jerez hemos querido esta semana ser testigos de la labor sorda de limpieza y desatasco de imbornales y de la importancia que este mantenimiento tiene para evitar males mayores.
Por otra parte, hemos visitado la EDAR de El Portal. El agua que desemboca a través de kilómetros de colectores a la Estación Depuradora de Aguas Residuales debería contener sólo las aguas menores y mayores que vierte la población con acceso a la red de abastecimiento. Sin embargo, la realidad es otra. En el último ciclo de la planta, se recogen cada año más de 300 toneladas de residuos entre los que se puede encontrar animales muertos, basura y las famosas toallitas que tantos quebraderos de cabeza producen. El mal uso que hace una parte de la población también se traduce en un mayor coste.