En el hotel Formentor se leían libros
Aquellos doce volúmenes con sus correspondientes lectores resumen a Formentor con mayor exactitud que los propietarios del hotel

La línea roja con Matías Vallés (04/01/2020)
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Palma
Buenos días. Se cuentan por decenas las veces que he tenido que acudir al hotel Formentor por motivos periodísticos.
Durante un siglo, el establecimiento ha conseguido ser noticia casi sin interrupción, desde que su oficina parisina anunciaba el tiempo reinante en Mallorca durante la primera mitad del siglo XX.
Por lo visto, la venta ahora consumada del hotel Formentor a un paraíso fiscal viene acompañada de la destrucción del establecimiento, empezando por la liquidación de su mobiliario.
Nada nuevo en Mallorca, prefiero centrarme en una de las visitas al hotel que realicé en los últimos tiempos.
En la planta de césped inferior a la piscina había aquella mañana doce personas, solas o en pareja.
Con la particularidad de que todas ellas estaban leyendo un libro.
No el mismo libro, obviamente, pero aquellos doce volúmenes con sus correspondientes lectores resumen a Formentor con mayor exactitud que los propietarios del hotel o que el premio literario de prestancia mundial que lleva su nombre.
Estamos hablando de clientes que pagaban más de quinientos euros diarios por entregarse al placer de la lectura bajo los pinos.
La escena desemboca en una pregunta obligada, ¿se seguirán leyendo libros en Formentor?
Mejor apuesten en negativo.




