Sant Antoni acumula 350 licencias urbanísticas pendientes de resolver

Ibiza

Hasta 350 licencias urbanísticas están pendientes de resolver en el Ayuntamiento de Sant Antoni. Una situación a la que se intenta poner remedio desde el equipo de gobierno, con la contratación de más personal y agilizando las obras a través de la declaración responsable.

El concejal de Urbanismo, Miguel Costa, prefiere ver la botella medio llena y dice que se están creando los cimientos para contar con un departamento "más eficiente". Afirma que lo que es más importante, es que se podrán contar con personal propio, sin tener que recurrir al asesoramiento externo como se ha hecho hasta ahora. Sobre el número de expedientes, afirma que la cifra actual es "similar" a la del inicio de legislatura ya que se ha conseguido que no siga aumentando con algunas de las medidas ya adoptadas.

Señala que ya se ha podido incorporar un técnico administrativo, también un especialista en planeamiento y en breve se espera contar con un aparejador que ya ha aprobado el examen de la convocatoria. En enero se sacará la plaza de arquitecto y se están creando los bolsines de arquitecto y arquitecto técnico. Costa afirma que al menos la cifra de expedientes pendientes no está creciendo, entre otras cosas porque con la declaración responsable de obras menores, si se presenta toda la documentación en 15 días las obras pueden estar ejecutándose. De hecho, dice que ya se están viendo trabajos de este tipo en muchos edificios como la reforma de fachadas.

Además de plantear al Consell Insular la realización de unas normas urbanísticas transitorias, tal y como se hizo hace años en Santa Eulària, el Consistorio trabaja ya en una modificación puntual de su planeamiento aprobado en 1987 para adaptarlo dice Costa a la "realidad actual". Por ejemplo para la "utilización de subsuelos para disponer de más aparcamientos, que es otro de los problemas que padecen los núcleos urbanos".

Alguna de las licencias urbanísticas pendientes de informar son del año 2017, aunque Costa recalca que muchas de ellas necesitan también el visto bueno del Consell Insular al tratarse de construcciones en rústico.