La liberación de Álex

Cádiz

Álex Fernández es pieza clave en el Cádiz. Así ha sido desde su llegada. Un jugador insustituible en el esquema cadista que apenas ha pasado malos momentos. Excepto algún bache puntual, el madrileño ha sido fijo en el once. La primera campaña de amarillo jugó 42 partidos, la siguiente 42 y la pasada, la del ascenso a primera 41 con 13 goles anotados.

Sus números este año son buenos, pero quizás las dos suplencias que encadenó ante Betis y Valladolid pudieron mermar su moral. Es cierto que su versatilidad para jugar en cualquiera de las dos bandas, de pivote o en la media punta le otorgan más posibilidades de entrar en el once. Pero aunque pueda parecer paradójico, también juega en su contra, ya que si alguien tiene que moverse de su sitio natural la moneda siempre cae de su lado. Y eso, hace que su rendimiento inevitablemente se resienta. La aparición de Fali en el doble pivote con Johnson, la indiscutible dupla de Lozano y Negredo, con Perea en izquierda solo le deja abierta la posibilidad de jugar en derecha. Una posición que no le es desconocida, pero sin duda no es la suya natural y donde mejor puede rendir.

Álex es un jugador de garantía, y su rendimiento siempre es óptimo aunque no juegue en su lugar natural. En el Cádiz ha llegado a jugar incluso de lateral, pero la realidad es que su mejor versión es por el centro. El madrileño marcó ante el Alavés su primer gol en primera división, que además sirvió para abrir el marcador. Un tanto que le dará moral, ya que, aunque solo ha sido suplente en dos partidos las sensaciones no eran las mejores.

El centrocampista cadista nunca alza la voz. Trabaja en silencio y se adapta a lo que pide el entrenador que le valora bien. Es más, hace un mes Cervera le describía como "un jugador total. Este año le veo mejor futbolista. Lo puedo poner en cualquier sitio y lo va a hacer bien".  Su gol ante el Alavés le libera, después de unas fechas en las que en el vestuario le veían un poco cabizbajo. El cadismo sabe que es clave para mantener la categoría y espera que el mercado invernal acabe sin sobresaltos con el madrileño.