El pleito vírico

Santa Cruz de Tenerife

La última decisión del Gobierno de Canarias ha provocado cierto revuelo en algunas islas. Sobre todo en Tenerife, que tenía la expectativa de que se rebajaran las restricciones en su isla y se elevaran a su vez en Gran Canaria. Y es probable que esto ocurra mañana en una reunión específica que celebrarán nuestras autoridades sanitarias.

Algunos han querido ver en este malestar un rebrote de pleito insular. Una versión vírica del mal endémico que lastra a esta tierra. Pero la realidad es que el galimatías en que se han convertido las medidas de control del COVID no termina de entenderse del todo por parte de la ciudadanía.

La restauración, el comercio y otros servicios están que trinan, porque su situación es ya desesperante. El problema es la duda sobre cuánto se contagia en sus entornos, mientras se siguen viendo aglomeraciones en otros espacios, por ejemplo en los transportes.

La verdad es que todo es muy raro y bastante confuso. Con mucho menos que en esta tercera ola nos confinamos en marzo. Algo que nadie quiere y parece que no va a ocurrir. A menos que el ritmo de vacunación no termine de coger velocidad de crucero de una vez por todas.