Tres calderas de gas del edificio de la calle Toledo no estaban registradas ante la Comunidad de Madrid
La investigación judicial avanza desvelando datos inquietantes sobre el sistema de calefacción del inmueble
Una imagen del despliegue de las emergencias madrieleñas / Elena Jimenez.
Madrid
De las siete calderas que tenía el edificio religioso tres no están registradas ante la Dirección General de Industria de la Comunidad de Madrid, según ha adelantado la agencia Efe.
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Tres aparatos que sin embargo estaban en funcionamiento a pesar de que administrativamente no existían. No deberían haber entrado en funcionamiento hasta quedar recogida su actividad en ese registro oficial.
Con estos datos y otros que están por llegar, los investigadores tratan de determinar donde se inició el siniestro. La gran cantidad de gas que quedó embolsado en las plantas superiores indica que tuvieron que ser muchas horas de fuga.
Por eso el gas se percibía claramente en las plantas superiores horas antes de la deflagración. En las inferiores solo fue evidente unos minutos antes del desastre. Es la reacción normal del gas natural, en su mayor parte metano, que tiende a ascender porque pesa menos que el aire.
El párroco de la Iglesia de La Paloma ha remitido un escrito a los medios de comunicación en el que certifica que el mismo firmó los contratos de mantenimiento de la instalación. Instalación que ha superado, dice el sacerdote, todas las revisiones oficiales.
