Cuidado con las falsas recuperaciones
Después del baño de realismo sobre nuestras limitaciones que nos ha proporcionado el coronavirus, podemos prescindir de los vendedores de crecepelos económicos

"La línea roja" de Matías Vallés (26/01/21)
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Palma
Se acepta la convención de que puede exagerarse un peligro para mantener alerta a la población, pero me han molestado los excesos sobre la más que real amenaza de la pandemia.
La exageración de un riesgo auténtico puede ser paralizante a la hora de afrontarlo.
Con todo, me parecen todavía más insultantes los economistas convertidos en cuentistas de la lechera, que describen recuperaciones milagrosas en el plazo de meses sin ninguna conexión con la situación que contemplamos a nuestro alrededor.
En efecto, se trata de los mismos expertos que hace un año procedían a grandes análisis de la evolución de la riqueza en 2020, con el resultado de sobras conocido.
Después del baño de realismo sobre nuestras limitaciones que nos ha proporcionado el coronavirus, podemos prescindir de los vendedores de crecepelos económicos.
Lo bueno de lo malo es que te adiestra para lo peor, y seguramente la descripción más exacta de nuestra situación actual es que hemos tocado fondo sin perder la esperanza.
Las recuperaciones milagrosas son tan mentirosas como las dietas milagro.
Los traficantes de falsas ilusiones nos alejan de la realidad, la única tabla a la que podemos aferrarnos.




