Madrid volverá a derivar a la sanidad privada por el coronavirus
La construcción del Enfermera Isabel Zendal no es suficiente para apoyar a la red pública, así que la Comunidad ha fijado un precio de 734 euros por paciente agudo y día; 2084, si es de UCI
Madrid
La Consejería de Sanidad volverá a apoyarse en las clínicas privadas de la Comunidad de Madrid para afrontar la pandemia, como hizo durante la primera ola. Lo hace -según dice en una orden cuyo contenido ha adelantado 'El País' y a la que la Cadena SER ha tenido acceso- "para asegurar una adecuada atención sanitaria a su población a través de todos los recursos disponibles". El texto pone los recursos de 40 clínicas a las órdenes del consejero con esa finalidad.
Esa contribución no será gratis. El texto fija una compensación de 734 euros diarios por cada paciente agudo que acojan. El precio se eleva hasta 2.084 euros/día en el caso de que precisen UCI. Es el mismo coste -aseguran fuentes de la Consejería de Sanidad- que para la primera ola. Entonces se derivaron alrededor de 8.500 pacientes a las clínicas y la factura final aún se desconoce. Esta vez, a diferencia de lo que ocurrió en primavera, el precio se fija a priori para evitar los roces que ha ocasionado la liquidación económica de esta "ayuda", en palabras del consejero.
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La orden rebaja en un 16% las aspiraciones de las clínicas, que fijaron en una valoración de la consultora KPMG. Según ese documento, su contribución costaba 2.486,22 euros en el caso de los pacientes críticos; y 875,59 euros en el de los agudos. En cambio suponen una considerable mejora respecto al único acuerdo de este tipo que se conocía hasta ahora, el que firmaron el Hospital Gregorio Marañón y la Clínica Beata María Ana. Los precios actuales superan en un 63% a los que se fijaron en ese acuerdo a dos para los pacientes que solo necesitan ingreso en planta y son un 17% más altos en el caso de que se precise ingreso de UCI.
El acuerdo con la privada -según dijo el consejero Enrique Ruiz Escudero el viernes pasado- hará "que podamos derivar los pacientes COVID y nos permita mantener, al máximo posible, la actividad no COVID [en la red de hospitales públicos]". Una afirmación que en sí misma ya era una enmienda al propósito con el que se ideó el nuevo hospital de emergencias Enfermera Isabel Zendal, cuyo coste -todavía provisional- supera ya los 130 millones de euros. Su construcción se justificó bajo la necesidad de impedir que el sistema hospitalario volviera a colapsar y hubiera que derivar pacientes para mantener la actividad asistencial, como ocurrió en la primera ola. No ha sido así.
Javier Alonso
Periodista. Licenciado por la Facultad de Ciencias de la Información de la Univesidad Complutense de...