La Morada reduce a la mitad el tráfico en el centro de Gandia y ahora estudian instalar cámaras de seguridad

Gandia

Tras el primer mes de funcionamiento de las restricciones al tráfico rodado en el Centro Histórico de Gandia, lo que el Gobierno local ha llamado La Morada, el balance de la medida arroja luces y algunas sombras. Una de las cuestiones pendientes, que permitiría un control total de la zona acotada, es la instalación de cámaras de seguridad en los accesos, una línea de actuación en la que está ya trabajando el departamento de Seguridad y Tráfico de Gandia.

Este sería el siguiente paso lógico tras la entrada en vigor de La Morada, según plantea el responsable de Seguridad, el concejal Nacho Arnau, ya que con ello se liberalizarían los agentes que se destinan a realizar controles aleatorios en la zona. De hecho, estos policías han impuesto ya 40 multas en lo que llevamos de año por accesos al área de vehículos no autorizados, que no eran residentes ni tampoco se dirigían a los dos aparcamientos habilitados: el del Prado y el del Centre Històric.

En general, los informes elaborados por la Policía Local constatan una reducción significativa del tráfico en las calles delimitadas por La Morada, con cerca de un 50% menos de vehículos. Sin embargo, reconoce también Arnau que todavía existen muchos conductores que entran por la Plaça de la Duquesa Maria Enríquez porque tienen costumbre de circular por el Centro Histórico, cuando no deberían hacerlo, lo que ha incrementado el paso de coches por la calle Vallier, utilizada como salida del área acotada.