El Cachorro expone la imaginería, faldones y diversos elementos del nuevo paso de Cristo
La muestra, comisionada por José Manuel Girela, se podrá visitar en el Ayuntamiento de Sevilla entre el 5 y el 14 de febrero
Sevilla
Bajo el título 'Y el Verbo se hizo carne', el Ayuntamiento de Sevilla acogerá en sus dependencias de la Casa Consistorial, entre el 5 y el 14 de febrero, la exposición de los nuevos faldones, la imaginería y diversos elementos del nuevo paso del Cristo de la Expiración, El Cachorro de Triana.
Comisionada por el que fuera hasta no hace mucho delegado provincial de Cultura de la Junta de Andalucía, José Manuel Girela, con quien este lunes hemos hablado unos minutos en nuestro programa Cruz de Guía, el horario de la muestra será sólo de tarde (de 16:00 a 18:00 horas) el viernes de la inauguración, sólo de mañana (de 10:00 a 14:00) sábados y domingos, y en horario de mañana y tarde el resto de días.
Partiendo de la matriz y convicción de la gran calidad artística de las andas procesionales del Santísimo Cristo de la Expiración realizadas por el maestro tallista Guzmán Bejarano la corporación del Viernes Santo justifica sobre todo con el máximo respeto su actuación, por la necesidad de adaptarlas volumétricamente a la imagen de nuestro titular, y aprovechando esta tesitura dotar a las mismas de una lectura iconográfica rica para este gran altar itinerante.
Con todo ello se pretende buscar un equilibrio entre la imagen y su paso que debe de estar al servicio de la misma.
Desde el punto de vista volumétrico lo que pretende el Proyecto es acusar aún más las líneas compositivas en sentido piramidal, eliminando y simplificando algunos elementos para poder construir mejor esta nueva volumetría del conjunto. Teníamos muy claro que queríamos respetar la matriz y prácticamente la totalidad del trabajo del maestro tallista actuando solo en ciertos elementos que serían solucionados con propuestas con las que ya el maestro ha resuelto pasos de similares características. Con todos esos conceptos claros iniciamos la descripción de las soluciones para crear esa pirámide visual que comentábamos anteriormente comenzando por las esquinas, las cuales han sido solucionadas continuando la predela del canasto de manera corrida, su planta circular hace seguir el desarrollo de entrantes y salientes del canasto sin hacer ningún tipo de aportación en el dibujo que no sea el de reproducir los motivos ya existentes y moldurones, dotando de un contexto uniforme toda la talla del canasto.
Sobre esta esquina circular en la que continúa la predela, ubicamos las figuras de los Santos Padres de la Iglesia cuyo modelado, igualmente, atenúa esta línea compositiva ascendente engarzando con los candelabros en una misma lectura visual y estilística de los utilizados por el maestro Guzmán en sus pasos, habiendo sido simplificados de cinco a cuatro secciones a la vez que se ha reducido el desarrollo de los brazos. Con ello pretendemos retirar volúmenes en la búsqueda visual del portentoso crucificado.
En relación con el lateral del canasto, se han desarrollado las mismas soluciones que en el frontal, acomodando igualmente las líneas de construcción para que todo nos lleve al Santísimo Cristo sin que nada nos distraiga.
Cabe destacar como con el mismo sentido de la talla también se simplifica la al candelabro lateral quedando finalmente solo con la solución de guardabrisa a una altura coherente para la no distorsión visual del crucificado. La actuación volumétrica va de la mano de un enriquecimiento iconográfico que justifica la sustitución de algunos elementos de orfebrería.
Hemos planteado una justificación catequética partiendo de la base de que nuestro universal crucificado representa “el verbo hecho carne “y su transmisión oral y escrita se desarrolla en los cuatro padres de la iglesia que se ubican en las esquinas y los cuatro evangelistas que se ubican en las hornacinas laterales.
Bajo estos criterios de coherencia iconográfica eliminamos los antiguos arcángeles con alas mutiladas que recorrían todo el canasto e introducimos un nuevo elemento detalla cuya solución también ya había sido utilizada por el maestro como Guzmán en dos pasos de similares características. Esta solución es la columna salomónica enriqueciendo así el canasto con una alternancia de estípites y columnas salomónicas y como no, también conectar el retablo permanente con el retablo itinerante a través de este recurso.
La intervención ha sido complementada con la realización de un nuevo juego de faldones que han sido bordados en oro fino cuyo dibujo está basado en la arquitectura de las andas. Este juega con el perfil arquitectónico de los respiraderos de manera invertida jugando con distintas técnicas como la hojilla, Setillo, cartulinas, media onda, Mosqueta, ladrillo y muestra.
Han sido construidos utilizando distintas estructuras como un galón entorchado perimetral, sobre el que se superpone un juego de volutas de forma mixtilínea que se van enroscando de tramo en tramo.
Los ángulos han sido completados por pequeños medallones o cartelillas que riman diagonalmente con la del otro galón perimetral.
Imaginería
Siguiendo el patrón establecido por el programa iconográfico marcado en este proyecto en el que la imagen del Santísimo Cristo de la Expiración representa el verbo hecho carne, y su transmisión oral y escrita son los cuatro padres de la Iglesia occidental y los cuatro evangelistas, empezamos el análisis pieza a pieza para desarrollar brevemente cómo ha sido todo el proceso creativo. Las cuatro esquinas del canasto serán custodiadas por San Agustín de Hipona, San Gregorio Magno, San Ambrosio de Milán y San Jerónimo. Y las hornacinas laterales serán albergadas por las imágenes de los evangelistas San Marcos, San Juan, San Mateo y San Lucas. Todas estas imágenes han sido estudiadas previamente realizando un modelo en arcilla a su tamaño específico (80 cms. aproximadamente los padres de la iglesia y 40 cms aproximadamente los evangelistas), tras su posterior aprobación por la comisión artística del proyecto fueron tallados en su material definitivo, la madera de cedro real utilizando la técnica de mascarilla en el rostro para la colocación de los ojos de cristal. Posteriormente han sido estucadas y pulimentadas para recibir el proceso del dorado utilizándose oro de 23 kilates. En una fase posterior se han estofado (pintura al temple de huevo) con la colaboración de Manuel Peña Suárez reproduciendo los mismos textiles con los que normalmente son representadas sus iconografías, concretamente hablamos de los encajes en el alba, el brocado en las capas fluviales, el bordado a realce de las estolas, los bordados en seda para el orfre de las capas pluviales, el capillo y las Mitras, y los bordados en oro fino para túnicas y mantos en el caso de los evangelistas.
Tras el proceso de estofado finalmente son policromados al óleo mediante la realización de unas carnaduras pulimentadas mediante corete animal y patinadas para amortiguar las estridencias del proceso polícromo. También cabe destacar la colocación de algunos elementos de orfebrería en plata por el orfebre y hermano del Cachorro Joaquín Ossorio Martínez, destacando muy especialmente los broches con el engarce de cristal de swarovski.