Balears cumple un año con la alerta activada por COVID-19
El 7 de febrero de 2020 se aisló en Son Espases a una familia británica que estuvieron en contacto con un contagiado. Dos días después se confirmaría el positivo de uno de los miembros, el primer caso de las Islas
La alerta por COVID en Balears cumple un año (7 de febrero)
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Palma
Este domingo se cumple un año desde que se activó por primera vez la alerta por COVID 19 en las islas. El 7 de febrero de 2020 una familia británica, residente en Mallorca, se ponía en contacto con el Hospital de Son Espases para informar de que habían estado en contacto estrecho con un positivo en coronavirus, ocurrió días antes en una casa rural en los Alpes franceses.
Ninguno de los cuatro componentes de la familia, padre, madre y dos hijas, tenía síntomas de haber contraído la enfermedad, pero hicieron saber su caso a las autoridades sanitarias. Así lo ha explicado Sion Riera, jefe de sección de enfermedades infecciosas del Son Espases, en la SER.
En aquellos momentos, los centros hospitalarios ya se preparaban para actuar ante un virus que, por aquel entonces, no conocíamos apenas y cuya incidencia en España era de un solo caso conocido, el turista alemán de La Gomera, en Canarias. "Con las noticias que veíamos sobre China ya preparábamos algunos protocolos, pero este caso nos pilló de nuevas", ha rememorado Riera.
Aquel viernes la familia quedó confinada en el propio centro hospitalario a la espera del resultado de la prueba de detección a la que se sometieron y que, por aquellas fechas, se debían enviar al Instituto de Salud Carlos III de Madrid, quien confirmaba el positivo o negativo final. Apenas dos días después, el domingo 9 de febrero, Balears contaba ya con su primer caso de COVID-19, el segundo del país.
"La familia entendía muy bien desde el primer momento el peligro de transmisión que podía haber y colaboraron en todo momento pese a ser asintomáticos. Tuvieron un comportamiento ejemplar", ha relatado Riera.
Un año después de que se activara la alerta por primera vez y de que se aislara a este grupo, Balears ha vivido, entre otras muchas cosas, un confinamiento de más de tres meses, una temporada turística muy pobre, más de 600 muertes y tres olas.
En este sentido, y a modo de balance de estos primeros doce meses, Sion Riera considera que "no se han hecho mal las cosas, sino como mejor que se ha sabido".
"Hay una dicotomía entre la economía y la prevención, y, evidentemente, somos una isla que vive del turismo y tenemos pocas fuentes de ingresos ajenas. Las cosas estaban mejor en el mes de junio y se permitió con cierta lógica que hubiera turismo", ha explicado. Ha admitido que "se podría haber hecho con controles más estrictos", pero aclarando que "no se disponía de tanta facilidad para hacer prueba en aquel momento".
En el caso de la tercera ola actual del virus, Riera lo tiene claro: esta situación se ha dado y continúa dándose en todo el continente europeo y con las mismas causas que considera clave: la mutación del virus, que "ahora es más contagioso y se reproduce con más facilidad", y la llegada del frío, que provoca que la población ventile menos la vivienda.
Al respecto de las vacunas, la Conselleria de Salut informó esta semana del positivo de cinco ancianos de una residencia tras haber sido inmunizados completamente quince días antes. Ante esta situación, la opinión de Riera suscribe la del propio Govern: "las vacunas tienen la función de reducir los síntomas y la mortalidad, no tanto de evitar el contagio al 100%". Añade que "seguirá habiendo casos positivos" pese a ello y que esta es una prueba más de que la mascarilla ha venido para quedarse más allá de la propia vacuna.