Las residencias vascas empiezan a notar el 'efecto vacuna'

Bilbao

46 días después de la imagen histórica de las primeras vacunaciones en las residencias vascas, los datos de esta tercera ola de la pandemia en Euskadi empiezan a apuntar a un posible efecto de las vacunas en el impacto de este tercer empujón del virus en los geriátricos del País Vasco. La tercera ola en las residencias ha sido más leve y más breve en términos tanto de contagios como de muertes.

Araba y Gipuzkoa van a culminar el proceso de vacunación este viernes. Quedan dos residencias alavesas y un geriátrico guipuzcoano por vacunar. En Araba, se consiguió contener considerablemente la entrada del virus en las residencias y es ahora cuando peor situación están experimentando desde el comienzo de 2021. Sin embargo, Gipuzkoa inauguró el 2021 con 99 casos activos y ahora sólo tiene 16.

El caso de Bizkaia es particularmente llamativo. Los geriátricos vizcaínos registraron su pico de residentes infectados antes que el territorio en su conjunto —27 de enero frente al 2 de febrero— y han conseguido reducir sus casos activos en un 40% desde entonces, frente al 18% en el que ha descendido esa cifra en el conjunto de Bizkaia. La velocidad de descenso de los contagios es de más del doble.

Desde el 27 de enero en el que se alcanzó el pico de contagios en las residencias vizcaínas —301 personas usuarias contagiadas— sólo 69 ancianos han contraído la COVID-19 en estos centros. Además, 254 residentes se han curado de la enfermedad mientras que 30 ancianos han fallecido en los geriátricos.

Preguntado en Radio San Sebastián por esta posible afectación ya palpable de las vacunas, Ugo Mayor, profesor de Bioquímica en la Universidad del País Vasco afirma que ya se está empezando a notar un "efecto vacuna", aunque aún falta mucho para alcanzar la inmunidad de rebaño.

Gipuzkoa y Araba terminarán la vacunación este viernes mientras que Bizkaia tiene previsto concluir la inmunización de sus residencias entre finales de febrero y principios de marzo. En las residencias vizcaínas, el 80% de los ancianos ya han recibido la primera dosis y el 94% han sido vacunados contra la COVID-19 en, al menos, una ocasión. Cuando se concluya el proceso vizcaíno, la inmunización de las residencias vascas estará completada a falta de pequeñas excepciones —trabajadores que estuviesen de baja o que no pudiesen acudir a trabajar durante el día en el que se vacunó en el centro— que ya está tratando de remediar Osakidetza.