Clase de Historia desde casa: Clara Campoamor
José Manuel Guardia, profesor de Historia: "Las mujeres de este país tienen una deuda pendiente con ella"
Clara Campoamor, escritora, política y abogada española que luchó por los derechos de la mujer. / J. M. Guardia
Elda
El profesor de Historia, Jº Manuel Guardia, en el espacio “Clase de historia desde casa”, en el programa Hoy por Hoy Elda Vinalopó, ha ensalzado la figura de Clara Campoamor: La gran pionera de la igualdad.
José Manuel Guardia, profesor de Historia, dedica el espacio "Clase de Historia desde casa" a Clara Campoamor
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Texto de José Manuel Guardia
Este 12 de febrero se conmemora el aniversario del nacimiento de Clara Campoamor, una de esas mujeres que por su lucha y abnegación merece ser recordada y cuya memoria debe permanecer imborrable en el tiempo. Las mujeres de este país tienen una deuda pendiente con ella pues, además de gran defensora de los derechos de la mujer española, fue la principal impulsora del sufragio femenino en España que fue ejercido por primera vez en las elecciones de 1933. Sin embargo, a causa de la Guerra Civil tuvo que huir de #España y, como tantos otros murió en 1972 exiliada en Suiza.
La actividad política de esta incansable mujer va ligada a un momento muy concreto: La Segunda República Española. Proclamada en 1931, supuso el mayor intento reformista en la historia de España hasta aquel momento. Entre las propuestas progresistas se encontraba la de extender el derecho de voto a las mujeres, una reivindicación que estuvo liderada por la abogada Clara Campoamor.
La cuestión del voto femenino se debatió en las Cortes y allí se evidenciaron los recelos y tácticas políticas de los diferentes partidos alrededor de este tema, y más que defender u oponerse a los valores del proyecto, muchos grupos políticos estaban más preocupados del beneficio electoral que esta cuestión podía reportarles.
Finalmente, el sufragio femenino fue aprobado, pero Clara Campoamor no ocultó su decepción pues se sitió traicionada por su partido, el Partido Radical, que con la excepción de cuatro compañeros, su propio grupo le había negado el apoyo por miedo a que la mujer española, según ellos muy influenciadas por la Iglesia, votaran mayoritariamente a los partidos conservadores que, por ese mismo motivo, votaron a favor. Curiosamente la derecha fue favorable y la izquierda reticente. La influencia de la Iglesia Católica y los réditos políticos primaron más que el motivo principal: cumplir el principio democrático de igualdad entre todos los ciudadanos.
Pero hubo otra decepción mayor para Clara Campoamor: la oposición de su compañera y amiga Victoria Kent, y aunque ambas compartían ideales, estaban en desacuerdo sobre el camino para llevarlos a cabo: Victoria Kent opinaba que antes que legislar había que trabajar mucho en el cambio de mentalidad de la sociedad española, o sus propuestas fracasarían. Este enfrentamiento era una muestra más del miedo por la fragilidad del proyecto republicano que acababa de nacer y en los que con frecuencia primaron más los intereses políticos que los verdaderos ideales democráticos.
La figura de Clara Campoamor deber permanecer en la memoria colectiva de nuestro país como la de una mujer íntegra, luchadora y comprometida con unos ideales como son la libertad, el republicanismo y la defensa de los derechos de la mujer. En su honor, colegios e institutos llevan su nombre, innumerables ciudades españolas, entre ellas #Elda, le han dedicado calles y plazas y, una asociación, la Asociación Clara Campoamor, se ha erigido como una prestigiosa institución en defensa de los derechos de la mujer. Una de sus citas más célebre representa todo el legado de esta mujer irrepetible: La libertad se aprende ejerciéndola.
