El Síndrome de Asperger o cómo "soñar con poder ser razonablemente felices"
Inmaculada Burgui, presidenta de la Asociación Asperger Alicante - TEA (ASPALI), en Hoy por Hoy Alicante
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Alicante
Este 18 de febrero, el manifiesto de las personas con Asperger, no podía comenzar de otro modo. A pesar de lo terrible de una crisis sanitaria sin precedentes en la historia reciente, a pesar de lo especialmente difícil que está siendo para ellas, a pesar de los enormes obstáculos que nos empeñamos en poner en su camino, su mensaje sigue rebosando esperanza:
«Atravesamos tiempos difíciles. La pandemia ha destrozado nuestras rutinas, ha arrasado planes de mejora y proyectos ilusionantes en desarrollo. No obstante, el nuestro es un colectivo acostumbrado a superar las dificultades con perseverancia. Será algo que dejaremos atrás.
Poco ha cambiado la situación desde el año pasado, pero la COVID no va a truncar nuestro empeño en conseguir una sociedad más inclusiva, porque aún con todas las dificultades y tantas noticias tristes, la vida sigue y la reivindicación también. Pese a nuestra labor, aún existe un significativo desconocimiento entre los profesionales y la sociedad en general, de las características del espectro autista, particularmente del síndrome de Asperger.
Tenemos que priorizar la inclusión laboral efectiva y mantenida de un colectivo con un nivel de más del 80 % de desempleo y debemos seguir denunciando la injusta exclusión que sufrimos, marginados del acceso al empleo público, dentro de su propio epígrafe de discapacidad.
Agradecemos los apoyos institucionales recibidos para el justo reconocimiento de la Discapacidad Social o Psicosocial. Una discapacidad invisible, cuya falta de reconocimiento, mantiene a muchas personas en el espectro autista directamente excluidos del acceso al empleo público y al ejercicio pleno de sus derechos.
Pedimos que, en aplicación de los convenios internacionales de atención a los derechos de la infancia y a los de las personas con discapacidad, tengamos las mismas oportunidades para desarrollarnos como personas, a ser respetados y en definitiva a ser comprendidos e integrados, a aportar a la sociedad y soñar con poder ser razonablemente felices.
La vida sigue, nuestro empeño también. Cuidémonos y cuidemos a los demás».
Hoy, Día Internacional del Síndrome de Asperger, Inmaculada Burgui, presidenta de la Asociación Asperger Alicante - TEA (ASPALI), ha conversado con Carlos Arcaya sobre un trastorno poco conocido para las personas neurotípicas, aunque de tres a cinco por cada mil neonatos presentarán a lo largo de los primeros años de su vida síntomas compatibles con el síndrome de Asperger.
El síndrome de Asperger
«El síndrome de Asperger es un trastorno del desarrollo que conlleva una alteración neurobiológicamente determinada en el procesamiento de la información. Las personas afectadas tienen un aspecto e inteligencia normal y, a veces, superior a la media. Presentan un estilo cognitivo particular y frecuentemente, habilidades especiales en áreas restringidas».
Así define formalmente la Confederación Asperger España un trastorno que se manifiesta de forma diferente en cada persona, sin embargo, todas comparten en mayor o menor grado características comunes: «dificultades para la interacción social, especialmente con personas de su misma edad, alteraciones de los patrones de comunicación no-verbal, intereses restringidos, inflexibilidad cognitiva y comportamental, dificultades para la abstracción de conceptos, coherencia central débil en beneficio del procesamiento de los detalles, interpretación literal del lenguaje, dificultades en las funciones ejecutivas y de planificación, la interpretación de los sentimientos y emociones ajenos y propios. (…) Sin embargo, Las personas con este síndrome son, generalmente, extremadamente buenos en las habilidades de memoria (hechos, figuras, fechas, épocas, etc.) y muchos sobresalen en matemáticas y ciencia. (…) Si logramos penetrar en su "pequeño mundo propio" podremos ayudarle a incorporarse mejor en la sociedad».
Aunque se trata de un trastorno poco conocido, de tres a cinco por cada mil neonatos presentarán a lo largo de los primeros años de su vida síntomas compatibles con el síndrome de Asperger. Por el momento, se considera que las semejanzas entre el Autismo y el síndrome de Asperger son suficientes como para incluirlos dentro del mismo "espectro" de desórdenes de desarrollo, por sus competencias intelectuales y lingüísticas se mantiene como una entidad diferenciada del autismo clásico. La psicóloga alemana y experta en este síndrome Uta Frith suele decir que los niños y niñas Asperger "tienen una pincelada de Autismo".