Clase de Historia desde casa: Antonio Machado

Elda

El profesor de Historia, Jº Manuel Guardia, en el espacio “Clase de historia desde casa”, en el programa Hoy por Hoy Elda Vinalopó, ha recordado al escritor y político Antonio Machado.

Texto de José Manuel Guardia: Antonio Machado, un poeta ligero de equipaje.

Hoy lunes, 22 de febrero, es el aniversario de la muerte, en el exilio, de uno de los más grandes poetas en lengua castellana: don Antonio Machado, el más joven representante de la Generación del 98 y que, en palabras de Gerardo Diego, “hablaba en verso y vivía en poesía”.

Antonio Machado fue uno de los poetas más importantes del panorama literario español y uno de los máximos exponentes de la generación del 98. Su obra evolucionó hacia un intimismo simbolista que maduró en una poesía de compromiso humano y contemplación que se hace eco de la sabiduría popular más ancestral. Es uno de los grandes clásicos de la literatura española, pues sus poemas han enriquecido el conocimiento acerca de la existencia humana y del mundo. Sus poemas acaban instalándose en nuestras vidas, en nuestra tradición y más allá de leerlos, los recordamos en muchas situaciones y en muchos de nuestros actos, retos y frustraciones.

Hoy se conmemora la muerte del poeta, un hombre bueno, que junto a su madre, cruzó la frontera de Francia huyendo de su patria. Ambos, muy enfermos, fueron acogidos en un hotelito de la localidad francesa de Colliure, esperando una ayuda que nunca llegó, Antonio Machado fallecía "ligero de equipaje", mientras, a su lado también agonizaba su madre, Ana Ruiz, que falleció tres días más tarde. El verso "Estos días azules y este sol de la infancia...”, escrito en un pedazo de papel arrugado, metido en un bolsillo de un abrigo gastado, es probablemente lo último que escribió. Lo encontró su hermano José unos días después de la muerte del poeta.

En definitiva, Machado es uno de los poetas españoles más admirados de la historia, y esa popularidad es debida, no solo por la calidad de sus versos, sino también por su indiscutible talla humana y que trató de pasar desapercibido por la vida. En muchas ocasiones escribió sobre sí mismo, y uno de sus versos más conocidos dice así: Nunca perseguí la gloria / ni dejar en la memoria / de los hombres mi canción. Gracias a Joan Manuel Serrat, que lo difundió en ese inolvidable disco dedicado al poeta, y que casi todos hemos escuchado en más de una ocasión, el bueno de don Antonio, no lo consiguió.