La plaza fantasma del Pirotècnic Valencià
Ahora hace seis años se aprobó denominar como plaça del Pirotècnic Valencià a la confluencia de la avenida de la Plata con el margen del río, pero nunca se ha puesto el rótulo que así lo constate.
Luis Fernández callejeando por la Avda de la Plata
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Valencia
El Ayuntamiento de Valencia ha anunciado esta semana a bombo y platillo la renovación de su página web, que después de veinte años estaba más que obsoleta. Adaptada a los nuevos tiempos, con una cara más amable, fácil y accesible, la renovada página incluye una herramienta formidable para los que nos dedicamos a trastear con planos antiguos y modernos, nomenclátores y callejeros: el Geoportal. Con este instrumento puedes solapar planos de distintas épocas, callejear simultáneamente por la Valencia del siglo XIX y la del XXI, y contrastar la evolución urbana durante los últimos doscientos años. El potencial para curiosos e investigadores es elevadísimo.
En uno de mis últimos viajes callejeros virtuales, utilicé la opción del nomenclátor para corroborar algo que hacía tiempo sospechaba, la existencia de vías públicas en la ciudad que tienen nombre oficial, pero que no están rotuladas físicamente, y por tanto son totalmente desconocidas para los ciudadanos. Se trata normalmente de espacios urbanos a los que no está referenciado ningún número de policía urbana, es decir, administrativamente son irrelevantes, convirtiéndose en simples espacios conmemorativos. Es el caso por ejemplo de la plaça del Pirotècnic Valencià, situada en la confluencia de la avenida de la Plata con las avenidas del Alcalde Reig, Alcalde Gisbert Rico y la avenida del Profesor López Piñero. La gran rotonda que se encuentra entre el Museu Faller y el Palau de les Arts.
La rotulación de esta plaça del Pirotècnic Valencià se aprueba en febrero de 2015, en el ocaso del gobierno de Rita Barberá. De hecho se produce pocos días después del famoso episodio del Caloret durante la crida fallera. Durante los 24 años que duró el reinado de Rita, se confeccionó un nomenclátor presentista y populista, donde proliferaron nombres de instituciones y personajes populares relacionados con el mundo del espectáculo, el deporte, el folklore, las tradiciones y la cultura popular, sobresaliendo entre todos ellos los vinculados a la fiesta de las Fallas, en las que Rita se desenvolvía como pez en el agua. Nombres de artistas falleros, presidentes de falla, indumentaristas o portadores de la Virgen salpican el callejero de la ciudad. En este contexto se le dedicó una plaza al colectivo de pirotécnicos, pero parece ser que ni siquiera se les comunicó a los propios agraciados. A los pocos meses se produjo la célebre “Hostia” del Partido Popular y en ese impasse parece que nadie reparó en rotular la rotonda, que al no tener viviendas ni vecinos que lo exijan, quedó en el anonimato que hoy todavía luce.