Las asambleas de los miércoles levantaron Orcasitas
Félix López-Rey, activista desde hace décadas, acaba de publicar sus memorias. Retrata un barrio sin luz, agua ni asfalto
Madrid
Hoy, el llamado poblado de Orcasitas no es muy diferente a otros barrios del sur de Madrid. Cuenta con una estación de Cercanías, una parada de metro y varias líneas de autobús. El mayor problema del barrio, según las asociaciones de vecinos, son el paro y el vandalismo. Pero hubo un tiempo, cuando nació el barrio, a mediados del siglo pasado, en los que las carencias del barrio eran muy diferentes. Allí no había luces por las calles, ni agua, ni asfalto. Los vecinos convivían con el barro, que les acompañaba cada vez que entraban y salían de casa. Así lo cuenta Félix López-Rey, vecino del poblado, en el libro que acaba de publicar: Orcasitas, memorias vinculantes de un barrio.
De cuando en Orcasitas no había ni luz, ni agua, ni asfalto
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A los 72 años, puede contar cómo fue cambiar ese asentamiento al que llegó de niño, un barrio carcomido por las carencias y la pobreza, hasta levantar en él un entramado de viviendas dignas. Todo, de mano de la asociación de vecinos que ayudó a levantar hace ya medio siglo, y que presidió durante años. Un lugar que pretendía conformar no solo un punto de encuentro, sino aportar a los vecinos servicios tan esenciales como unos baños o una biblioteca.
En Orcasitas tampoco había colegio, ni fuentes, ni más transportes que unas camionetas piratas cuando Félix llegó allí. Él dormía con sus padres, a los pies de la cama, por falta de dormitorios. Tras décadas de manifestaciones, juicios y asambleas, los vecinos del barrio lograron ver atendidas todas estas carencias. Y que las viviendas que se levantaron allí, cuando por fin el Ayuntamiento se decidió a acabar con las casas bajas, fueran para los vecinos. Gracias a las protestas de los vecinos, reflejadas muchas veces en los medios de comunicación, Orcasitas acabó convirtiéndose en un icono. Recibió la visita del Papa y de los Reyes.
"Los miércoles había siempre asamblea. Y el que faltara para ver el fútbol, se la perdía", recuerda el activista. En esas asambleas, los vecinos de Orcasitas decidieron no solo el nombre de sus calles, sino la forma y el tamaño que tendrían las viviendas del barrio. Por ello, muchos de los 20.000 habitantes del barrio se conocen entre sí. Y saludan a Félix por la calle. Ahora, los problemas no han acabado. Las casas que tantas décadas tardaron en conseguir los vecinos, sin ir más lejos, estaban cubiertas de amianto. El Ayuntamiento de Madrid ha empezado a retirarlo hace apenas unos meses. Félix trabaja allí como concejal, desde el grupo municipal de Más Madrid.