Urkullu anuncia un plan de ayudas a empresas con 430 millones

Bilbao

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha anunciado este viernes la puesta en marcha de un plan de ayuda a empresas afectadas por la pandemia de covid-19 dotado con 430 millones de euros, en su mayoría subvenciones.

El Ejecutivo está ultimando el contenido de este plan de ayudas, enmarcado en las medidas del Gobierno vasco para afrontar la salida de la crisis derivada de la pandemia, según ha explicado Urkullu en una intervención tras visitar la empresa Nueva Sibol, en Zamudio.

Se trata de una pyme que fabrica mascarillas y otros equipos de protección individual, que cambió sus líneas de producción y triplicó los turnos cuando llegó la pandemia para atender a la demanda de Osakidetza y de otros trabajadores esenciales.

Urkullu ha agradecido a la empresa que cuando el Gobierno Vasco contactó con ellos, reaccionaran con una "respuesta inmediata" y actuaran de manera "discreta, generosa y resolutiva". Se organizaron turnos para poder producir mascarillas las 24 horas al día y hasta los fines de semana, ha explicado el director de Nueva Sibol, Iñaki Muñoyerro.

Para multiplicar su producción, la pyme tuvo que encargar nueva maquinaria a la empresa Ikertek y contar con Lantegi Batuak para la manipulación y distribución de las mascarillas que se entregaban a las personas en primera línea en la línea contra la covid.

En ese acto, el Gobierno Vasco ha hecho público el documento "Memoria de gestión. Un año de pandemia en Euskadi", que recoge en sus 51 páginas las medidas adoptadas por el Ejecutivo desde que el 13 de marzo de 2020 aprobó la Declaración de Emergencia Sanitaria.

El Ejecutivo considera en este documento que, aunque actualmente la situación ha mejorado, la predicción es "incierta" y que la evolución de la segunda quincena de marzo y primeras semanas de abril será determinante, en una coyuntura "de alta incertidumbre".

Según Urkullu, el objetivo de hacer balance de este año es "valorar la respuesta ofrecida y subrayar las lecciones aprendidas", porque "la lucha contra el coronavirus continúa".

La Memoria recoge que la resolución del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco sobre la apertura de la hostelería, incluso en municipios con alta incidencia de contagios, "causa perplejidad y profunda disconformidad por la argumentación utilizada", si bien se "respeta y acata".

"La comunidad científica y médica de todo el Estado reacciona deplorando los argumentos del auto y los comentarios extraprocesales del ponente de la sala", sostiene el texto.

Las reiteradas resoluciones judiciales que han anulado decisiones del Ejecutivo han llegado a los servicios jurídicos a proponer una ley que ordene el comportamiento de las instituciones y "refuerce la seguridad de las actuaciones antipandemia".

El documento evidencia que, a día de hoy 12 de marzo, "el tercer pico epidémico de la segunda ola ha dibujado una curva similar a la del segundo pico, aunque con incidencia menor", pero "el sistema sanitario se ha visto más tensionado" en las últimas semanas y con alta ocupación en las UCIS.

"Si hubiéramos de enfrentar un nuevo pico o una nueva ola epidémica tendríamos como base un punto de partida de mayor tensionamiento que en el anterior pico", advierte el documento, al tiempo que añade que "la mirada al periodo marzo-junio se ve condicionada por dos variables importantes: la variable negativa de las variantes mutadas del virus y la variable positiva del impacto de la vacunación".

Hasta hoy, la prevalencia de la variante británica del virus ha progresado hasta llegar a ser predominante, en más del 65% de los casos.

Por ello, el Gobierno Vasco no quiere hacer previsiones ya que "podemos encontrarnos en un escenario de infectividad significativamente mayor que multiplique la Tasa de Incidencia Acumulada en pocas semanas" y que quienes se infecten podrían sufrir la enfermedad con mayor gravedad influida por las nuevas variantes del virus.

Por el contrario, prevé un segundo escenario posible en el que se estabiliza la cifra de contagios al mismo tiempo que avanza la vacunación.

Entre las restricciones que se plantean para frenar los contagios, Euskadi propone adelantar el denominado toque de queda a las 20:00 horas y "en situaciones extremas" hasta las 18:00 horas, "como alternativa a un confinamiento domiciliario". Además, se establece la incidencia de 500 casos por 100.000 habitantes en 14 días como indicador de alarma excepcional.

Sobre la respuesta de Osakidetza ante la pandemia, el Gobierno Vasco reconoce la falta de suministros de respiradores, EPIs y mascarillas en la primera ola del coronavirus, como "en todo el mundo", al tiempo que ha destacado la capacidad de la sanidad vasca de "resiliencia y adaptación".

La Memoria detalla también las ayudas a los sectores económicos más afectados por la crisis y explica que en 2020 se dedicaron 851 millones y que además, se ha puesto en marcha 1.000 millones de euros para empresas en dificultades a través de Elkargi.