La crisis de precios lleva a muchos citricultores a arrancar y quemar sus naranjos

Valencia

Una "cremà", en época fallera, para denunciar la lamentable situación del campo valenciano por los precios que reciben los agricultores. En este caso, un joven agricultor, Ismael Navarro, ha arrancado y quemado sus naranjos. Este año ha recibido por sus mandarinas 7 céntimos por kilo, el precio de producción es de 28 céntimos por kilo... Ya no podía seguir poniendo dinero y ha decidido arrancarlos.

Cristóbal Aguado, el presidente de AVA, ha explicado a la SER que en 2020 fueron 2000 los campos que fueron arrasados por sus propietarios, como en el caso de Ismael. 360.000 hanegadas en los últimos 20 años solo de cítricos. 309.000 de viñedo, en la Ribera están arrancando caquis... Y todo porque no hay una ley de la cadena alimentaria que garantice al agricultor un precio justo.

No ve mal Aguado los intentos por hacerlo de la conselleria actual pero recuerda que en los últimos 30 años todos los consellers de agricultura lo han intentado sin éxito porque no se han atrevido a coger el toro por los cuernos y sancionar a quienes revientan los precios. Es más, señala con el dedo a las cadenas Lidl, Carrefour y Alcampo que estos días venden naranjas y mandarinas a 50 céntimos el kilo condenando al productor a vender a pérdidas. Lo han denunciado en el ministerio y querrían sanciones ejemplares.

Ismael Navarro, por su parte, explica que la situación era insotenible. Y lo peor es que no sabe todavía que hará con esas tierras. Descapitalizado como tantos otros no se atreve a endeudarse más para emprender un proyecto que no sabe dónde acabará. Lo está intentando en otros campos de su propiedad con otros productos, pero la situación no es buena... la incertidumbre a la hora de que las cuentas salgan frena los proyectos.