El nuevo cauce y la V-30, una barrera para la movilidad

Valencia

Cada día estoy más convencido: las autoridades que apostaron en su día por hacer un nuevo cauce para desviar el Túria no valoraron suficientemente las consecuencias de dicha decisión. Primó más la obsesión por evitar una nueva riada antes que cerciorarse de que el nuevo cauce y la autopista de ocho carriles de la circunvalación no se acabarían convirtiendo una barrera para la movilidad norte y sur.

Basta con hacer la prueba; díganme en qué puntos un peatón o un ciclista que está en la ciudad puede atravesar el nuevo cauce de forma segura para llegar a poblaciones del sur como Castellar, La Torre, Horno Alcedo, Xirivella o Mislata. Yo mismo lo he intentando y les aseguro que es toda una aventura. La inmensa mayoría de puentes son para el tráfico motorizado, y los que tienen aceras para peatones, el acceso a ellas es peligroso. Invertir en corredores peatonales y ciclistas también es mejorar la conectividad y seguridad vial.