Palma

Tan Santa como la semana pasada, y como la que viene.

Las cualidades como el recogimiento, la limitación de horarios y un aire de indiscutible tristeza formaban parte hasta el año pasado del ambiente religioso asociado a estos días.

Para el resto de la población, la Semana Santa eran unas felices vacaciones.

Ahora mismo, el encierro en uno mismo es una recomendación sanitaria al conjunto de la población con indiferencia de su fe, todos participamos a la fuerza de las virtudes pascuales.

Puede hablarse en propiedad de un año de Semanas Santas.

Otros preferirán referirse a una sola Semana Santa que se prolonga indefinidamente desde el año pasado, y que todavía no ha concluido.

Lo curioso no es cómo miramos hoy el año 2020, sino qué hubiera sucedido si en la Semana Santa del año pasado se nos hubiera dicho que en la siguiente interrupción pascual seguiríamos igual.

Por fortuna, la Semana Santa acaba con la Resurrección, y nadie se atrevería a decir que no la necesitamos con cierta urgencia.