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'Burosque encantado': un mundo mágico que brotó de un diente de leche y ha disparado el turismo en un pueblo

La ilusión de una niña de Bureta (Zaragoza) por la llegada Ratoncito Pérez inspiró a la asociación juvenil 'Bureteandoando' a crear el 'Burosque Encantado', un mundo mágico poblado de casitas de elfos y animalitos que ha disparado el turismo en el pueblo

Además de encandilar a los niños, el ‘Burosque’ trata de demostrar que la vida en un pueblo de 200 habitantes es posible / ELISA NAVARRO

Tarazona

Bureta, en comarca zaragozana del Campo de Borja, apenas cuenta con 200 habitantes censados. Sus vecinos más jóvenes llevan años intentando dinamizar el turismo. Casi por casualidad, han dado en la tecla, la nueva atracción para los más pequeños es el Burosque Encantado, la recreación de un mundo sacado de los cuentos ubicado en la arboleda del pueblo.

La propia historia del Burosque Encantado parece sacada de un cuento. Así que bien podríamos empezar este relato así: érase una vez una niña de Bureta a la que se le cayó un diente de leche. Como manda la tradición, se dispuso a dejarlo bajo su almohada para que lo recogiera el Ratoncito Pérez. Pero su mamá, Laura, que es muy mañosa, quiso ir más allá y construir una casita en el olivo del jardín donde pudiera reponer fuerzas tan afamado ratón.

La casita quedó muy mona, así que llamó a sus compañeras Virginia, Elena e Inma, con las que había creado la asociación juvenil contra la despoblación Bureteandoando. Y viendo la casita y las caritas de los niños del pueblo, decidieron que aquella sería la primera de las muchas que poblarían un bosque encantando habitado por pequeños seres mágicos.

Algunas de las casitas del Burosque Encantado

Algunas de las casitas del Burosque Encantado / Elisa Navarro

Se escogió para ello la chopera a la salida del pueblo y comenzaron a elaborar las viviendas de manera artesanal, “son casitas hechas con cortezas, madera, hojas…son chiquitinas, tienen puertas o ventanas que se pueden abrir y tienen su propio elfo, duende o animalito que nos recibe en su casa”, explica Elena Bellido, una de las promotoras del ‘Burosque Encantado’.

Las puertas se abren a un mundo mágico en el que los ratones toman el té, los búhos custodian las ventanas, los caracoles se recuestan al sol, la Ratita Presumida nos recibe a la puerta de casa o los duendes van de árbol en árbol a través de pasarelas secretas.

El aparcamiento cuenta con una capacidad de 80 plazas que, en fechas como esta Semana Santa, se ha visto sobrepasado

El aparcamiento cuenta con una capacidad de 80 plazas que, en fechas como esta Semana Santa, se ha visto sobrepasado / SER TARAZONA

Los ocho niños de Bureta fueron los primeros en descubrir el bosque encantado, pero las voces se corrieron y empezaron a llegar niños y niños de muchos otros pueblos, y hasta de una gran ciudad llamada Zaragoza. “Es genial cuando ves a los niños buscar los animalitos o los duendes escondidos, cuando abren las puertas esperando saber qué hay detrás, es una ‘pasada’ ver las caritas de ilusión de los pequeños”, indica Laura con un toco cargado de emoción.

Y, de esta manera, tantas y tantas caritas de niños llegaron, que el Ayuntamiento tuvo que tomar cartas en el asunto, “se tuvo que habilitar un aparcamiento a la entrada porque estaba llegando mucha gente y es un pueblo pequeño”. El aparcamiento cuenta con una capacidad de 80 plazas que, en fechas como esta Semana Santa, se ha visto sobrepasado.

Pero la cosa no quedó ahí, a la vista del éxito del Burosque Encantado, Elena, Virginia, Inma y Laura decidieron extender la magia por todas las calles del pueblo. “Empezamos en Navidades con Ventanarte, buscando una decoración menos tradicional y más enfocada al Burosque. En cada portal hemos puesto un escenario del bosque encantado, como una extensión que va más allá de la arboleda”.

Un niño dejándose sorprender por ese mundo mágico

Un niño dejándose sorprender por ese mundo mágico / SER TARAZONA

Además de encandilar a los niños, el ‘Burosque’ trata de demostrar que la vida en un pueblo de 200 habitantes es posible. Que con poco dinero y mucha imaginación se puede dinamizar el turismo y que la combinación entre magia y naturaleza sigue abriendo la puerta a un mundo encantado en el que habitan los personajes de los cuentos.

Una iniciativa que estará presente en La España Vaciada un organizado por la Cadena SER que tendrá lugar, el viernes 30 de abril, en el Monasterio de Veruela. Con el impulso de Feníe Energía, emprendedores rurales como la asociación Bureteandoando contarán experiencias como las del Burosque Encantado que tratan de atraer turismo al medio rural y combatir la despoblación.

 
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