Los aeropuertos también juegan

Palma

Buenos días. No se necesitan miles de millones de unidades de un virus asesino para frenar en seco a Balears.

Bastaría con tres personas que se tendieran sobre las pistas de los tres aeropuertos de la comunidad para que el efecto demoledor fuera el mismo.

Es decir, la parálisis total de la economía.

Sin embargo, los aeropuertos y la entidad Aena que los rige se comportan como si la cosa no fuera con ellos.

Salvo a la hora de recaudar y de desarrollar una gestión oscurantista a espaldas de los ciudadanos.

El colapso y las largas colas a la llegada a Son Sant Joan para verificar los test anticovid son la peor imagen que puede ofrecer la comunidad en estos momentos.

Sobrevolaremos los riesgos de propagación de la pandemia que suponen esas concentraciones en espacios cerrados, y que contravienen la normativa.

La pregunta es muy sencilla, ¿viajaría usted como turista a un destino con tales aglomeraciones?

Los aeropuertos también juegan.

Exigirles un mínimo compromiso en la graciosa concesión que disfrutan parece urgente, incluso racional.