El Juzgado número 3 otorga la propiedad de la Ermita de Las Angustias de Corrales del Vino al Obispado
El fallo judicial, contra el que cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial, confirma que el edificio pertenece a la Iglesia Católica que procedió a inmatricularlo en 2015
El Juzgado Número 3 de Zamora falla en favor del Obispado sobre la propiedad de la ermita de Las Angustias
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Zamora
El Juzgado número 3 de Zamora ha fallado a favor de la parroquia de Corrales del Vino y por tanto del Obispado de Zamora, confirmando la propiedad y la posesión sobre la ermita de Nuestra Señora de las Angustias, tras rechazar la reclamación de propiedad que pretendía el Ayuntamiento de la localidad. En parte, la sentencia recoge el reconocimiento de anteriores alcaldes que otorgaban la propiedad a la iglesia en varias comunicaciones oficiales.
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La demanda que resuelve provisionalmente esta sentencia del Juzgado número 3 de Zamora, contra la que cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial, fue planteado por la parroquia de Corrales, reclamando su propiedad sobre la ermita-después de haber ganado otro pleito sobre las llaves de la ermita en vía contenciosa-y contra el acuerdo de pleno del Ayuntamiento de Corrales, que en abril de 2016 se otorgó la propiedad de la ermita. Eso ocurrió más de un año después de que el Obispado- una vez enterado del expediente de investigación abierto por el consistorio- hubiera inmatriculado esa ermita, en virtud de la ley hipotecaria.
Este acto de inmatriculación no fue impugnado en los 2 años de plazo que establece la ley hipotecaria para confirmar la propiedad, tal como recoge la sentencia. Pero la sentencia también cuestiona la asunción del derecho de propiedad por la vía pacífica por el Ayuntamiento de Corrales, por la posesión de la ermita durante 30 años, sufragando los costes y reparaciones del inmueble, tras la disolución de la cofradía que la detentaba, sin especificar su destino tras la disolución.
Hasta el año 2006, las llaves (y por tanto la posesión de la ermita) estuvieron en manos del párroco, aun cuando su estado ruinoso no permitiera celebrar ningún acto religioso. La sentencia añade que tras la disolución de la cofradía, el derecho canónico ampara el paso de sus bienes a la parroquia. Pero también recoge que alcaldes anteriores reconocieron la propiedad de la iglesia. Y en última instancia, la sentencia del juzgado número 3 de Zamora, pese a alabar la labor del ayuntamiento reparando la iglesia, asumiendo sus gastos o contribuyendo con sus gestiones a que entrara en el programa Arquimilenio de la Junta de Castilla y León con una inversión de 800.000 euros), tampoco reconoce la petición del consistorio de que, al menos, el obispado restituya el dinero de los contribuyentes invertido en esa ermita.
El alcalde, Mario Castaño, ha anunciado en Radio Zamora que el consistorio procederá a interponer el recurso de apelación contra este fallo judicial.