Menos del 8% de los madrileños censados en el extranjero han rogado el voto para las elecciones

Madrid

329.129 madrileños viven en el extranjero y tendrían derecho a votar el 4 de mayo de no ser porque la burocracia del voto rogado, sumado a otras complicaciones derivadas de la pandemia, ha hecho que solo 25.919 de ellos hayan rogado, es decir, hayan solicitado poder votar. 

En las anteriores elecciones autonómicas, hace dos años, votó uno de cada veinte madrileños censados fuera de España: un 6,9 % (26.000 personas) rogó el voto entonces, pero al final solo terminaron el proceso un 4,9 % (15.000).

La burocracia y la pandemia, enemigos del voto rogado

A las complicaciones habituales de este proceso se suman otras como el carácter anticipado de esta convocatoria electoral, que comprime los plazos y recorta el tiempo que tiene el INE para preparar las cartas con la clave telemática para rogar. Mucha gente desconoce que se puede hacer por internet sin necesidad de haber recibido el sobre. 

Berta Burguete lleva 20 años viviendo en Dinamarca. Burguete es antropóloga, filósofa, portavoz de Marea Granate (la red de migrantes españoles) y arrastra dificultades para votar desde que se fue de España, pero en esta ocasión asegura que todo ha sido más complicado por las restricciones de movilidad derivadas de la pandemia de coronavirus. Unas limitaciones que también afectan a la velocidad de los correos e impiden a algunos residentes temporales en el extranjero acudir al consulado para registrarse. Además, señala que las impugnaciones de las listas, como la que ha terminado sacando a Toni Cantó de la del PP, han complicado todavía más la cuestión: "Las impugnaciones son algo bastante habitual, pero esta vez han pasado por varias instancias y se ha retrasado más de lo normal. Las papeletas han tardado tanto en imprimirse que ya esperamos que no lleguen a tiempo a muchos sitios".

Iñaki tiene 23 años y después de terminar Relaciones Internacionales y Traducción se marchó de Soto del Real a las Islas Reunión para dar clases de Español, pero no ha podido rogar porque para inscribirse en el registro exterior tendría que viajar a su consulado, que está en París, a más de 9.000 kilómetros: "El cónsul honorífico que trabaja en la isla nos dijo que no nos daría tiempo a hacer ese trámite antes de que se cerrara el plazo de voto por correo".

Ramón, que tiene 51 años y dejó Tres Cantos para trabajar en Brighton hace más de 10, critica el mal funcionamiento del consulado de Londres: "Da igual quién gobierne, he tenido que viajar casi siempre a España para votar. Las últimas elecciones mi única opción era hacerlo desde el extranjero y la documentación con las papeletas me llegó fuera de plazo".

Alberto tiene 33 años, es investigador en historia y acaba de mudarse del barrio de Santa Eugenia a Roma: "He llegado a Italia demasiado pronto como para pedir el voto por correo en España y demasiado tarde para pedirlo aquí por las dificultades de los dos sistemas. Hablé con el consulado y la única opción que me dieron fue volver a España y pagar de mi cuenta los dos aviones y las dos pruebas PCR. Así que me quedo sin votar".

Isué tiene la doble nacionalidad, colombiana y española, y el año pasado encontró trabajo en Bogotá. La carta con la información sobre cómo rogar el voto le llegó un día después de que terminara el plazo: "No me han dado más soluciones y me he quedado sin poder votar".