El turismo rural, ese gran invento

Teruel

En febrero de este año la oferta de casas de turismo rural en Aragón la conformaban 1.684 establecimientos que cuentan con 12.765 plazas. Son 993 puertas abiertas más que en 2002 y 7.752 camas. Si a estos negocios se suman los albergues y refugios de montaña —que también ha aumentado significativamente en estas dos décadas— la región ofrece 19.286 plazas en un total de 1.844 establecimientos.

El turismo en general representa cerca del 8% del PIB y casi un 10% del empleo de Aragón. El potencial de crecimiento es importante si se tiene en cuenta que el aire libre pesa cada vez más en la elección de los destinos de ocio, y que esta tierra se caracteriza por su naturaleza, con hasta 27 espacios naturales y unas 168.000 hectáreas.

Es innegable que el sector crea puestos de trabajo y mantiene población en el territorio. Estas son sólo dos de las razones por las que el turismo rural es estratégico en esta Comunidad. En el medio rural el turismo tiene un efecto arrastre sobre otras actividades como infraestructuras y comunicaciones, conectividad, servicios básicos, comercio u hostelería. Contribuye a favorecer el desarrollo de muchos núcleos o zonas que, si bien no han sido favorecidas por el crecimiento industrial y poblacional, tienen a su favor otros recursos y posibilidades, precisamente por haber quedado al margen de ese modelo económico y social.

Ecoturismo en alza

Ampliar

El florecimiento del turismo rural en todos estos años no ha sido homogéneo en las tres provincias ni en todas las zonas. En la zaragozana, el Moncayo además de ser un monte mítico y legendario atrae a aquellos turistas que -en la estancia fuera de su casa- buscan rutas por la naturaleza y otras culturales, patrimoniales, y en familia. Por eso este entorno ha sido elegido para la celebración del II Foro de la Cadena SER La España Vaciada. Será el 30 de abril en el Monasterio de Veruela, en Vera del Moncayo, y se debatirá sobre turismo rural, patrimonio y despoblación con el impulso de Feníe Energía.

Hay tendencias a considerar por quienes se dedican a esta actividad. Una de ellas es que cada vez hay más ecoturistas. Es aquel que prioriza la naturaleza. La disfruta de forma responsable. Premia requisitos ambientales y sociales que le garanticen su contribución la conservación de la biodiversidad y al desarrollo local de los lugares que visita. Ese compromiso personal del viajero otorga más valor a los productos y productores locales y artesanales, a Denominaciones de Origen, a marcas de calidad y a otros recursos que no estaban en las guías de viaje.

Según un informe de Tendencias Turísticas 2021, del Observatorio de Turismo Rural y del Observatorio de Ecoturismo de España, el gasto medio del ecoturista es mayor que el del turista rural y se estima en 160,76 euros por persona y día. Hace un gasto más alto en alojamiento, comidas, la compra de productos locales, visitas guiadas por la naturaleza o en actividades de disfrute y descubrimiento de ese entorno natural. Su gasto es menor en museos o actividades culturales. Es importante su contribución al desarrollo local.

Autoempleo y femenino

Que el turismo guarda una relación directa con la ordenación del territorio es evidente. Los cambios de preferencias vacacionales influyen no sólo en la realidad física, también en la económica y demográfica. En muchas pequeñas localidades, el patrimonio cultural y natural, ha contribuido a crear nuevas rentas, en buena parte de mujeres que se han autoempleado en el medio rural.

Ha diversificado las economías locales y ha favorecido la mejora de los servicios, pues el turista exige unos mínimos que garanticen la calidad de vida. Tiene un efecto arrastre sobre otros sectores convirtiéndose en polo de desarrollo de algunas comarcas y valles, como bien conoce Aragón.

Los fondos europeos para el Desarrollo Rural que gestionan los Grupos de Acción Local de todo el territorio han subvencionado y apoyado cientos de restauraciones, construcciones, acondicionamientos o ampliaciones de casas y hoteles rurales.

Aquí hay experiencias de emprendedores que han apostado por el turismo cultural, deportivo, ambiental, micológico, astronómico, ornitológico o geológico. Estas inversiones han sido motivadas en la mayor parte de los casos por un compromiso personal de sus impulsores con el entorno y con sus habitantes.

Que esta comunidad autónoma sea primordialmente natural la convierte en un referente para quienes deciden disfrutar de su tiempo libre de forma responsable y sostenible.