La colza tiñe de amarillo el paisaje de Álava
Ocupa unas 1.400 hectáreas y es clave en las rotaciones del cereal. Su destino, el biodiésel
Vitoria
La colza ha sembrado de amarillo los campos de Álava. La floración está muy avanzada hasta el punto de que las últimas lluvias están restando esplendor al colorista espectáculo que deja este hermoso cultivo, al que el girasol tomará el relevo dentro de una semanas.
Su presencia en el agro alavés es cada vez mayor. Actualmente, ocupa unas 1.400 hectáreas y en los últimos años se ha convertido en un cultivo imprescindible en las rotaciones del cereal, principalmente trigo y cebada.
"La colza es un cultivo necesario que encaja perfectamente en las rotaciones y la necesaria biodiversidad. Al final, si sembramos trigo sobre trigo o solo cereal, vamos a tener problemas de enfermedades o plagas, y problemas de control de malas hierbas" explica Andrés García, director general de Garlan.
La superficie sembrada y declarada fue de 865 y 1.110 hectáreas en los años 2019 y 2020 respectivamente, según datos facilitados por el Gobierno vasco.
Aunque a muchos les recuerde al aceite, actualmente el principal destino de esta materia prima es la producción de biodiésel para la industria.