Las últimas horas de los candidatos antes de la cita con las urnas
Reflexión y expectativas se mezclan en una jornada previa a las elecciones de carácter atípico después de una campaña y precampañas marcadas por los giros inesperados y los discursos hinchados
Madrid
Una campaña ácida toca a su fin. Tras semanas de campaña y precampaña, ciclos que según los expertos son cada vez más largos e imposibles de separar del día a día de la política, los candidatos agotan las últimas horas antes de la cita con las urnas. Este lunes llega a una atípica jornada de reflexión, no solo por la inflamación de estos días, sino por celebrarse entre semana. En un lunes festivo por el traslado de la fiesta del 2 de Mayo, los líderes de cada partido reflexionan en familia y hacen sus últimas visitas, esta vez sin pedir el voto, confiando en que su bloque logre imponerse en las elecciones más polarizadas que ha vivido la Comunidad de Madrid en cuatro décadas.
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Sin encuestas publicadas desde hace cuatro días, las fuerzas a izquierda y derecha hacen sus cábalas. Mucho se han agitado las cosas desde las últimas elecciones hace solo dos años, cuando el PSOE logró la victoria y una desconocida Ayuso formó gobierno con Ciudadanos apoyada por Vox. Hoy los sondeos coinciden en señalar un gran crecimiento del Partido Popular, colocan a su socio de entonces al borde de la desaparición de la Asamblea y advierten a Gabilondo de una posible caída tras una campaña en la que ha tenido que ir variando de perfil. Vox podría pasar de apoyar a condicionar por entero, hasta formar parte, el Ejecutivo regional; Más Madrid gana influencia en toda la izquierda; Pablo Iglesias, candidato por emergencia, trata de demostrar que su sorprendente movimiento sirvió para algo. Son tan solo las cuentas y encuestas, mientras los candidatos y los ciudadanos piensan en las últimas horas antes de que se decida cómo será Madrid en los próximos dos años y tal vez más.
Ángel Gabilondo: confianza en el estrecho margen entre bloques
El candidato socialista, Ángel Gabilondo, visita este lunes el hotel en el que tanto él como su equipo van a seguir la noche electoral. Después tiene previsto pasar el resto del día en familia .
En el PSOE madrileño hay quien reconoce que la campaña no ha tenido el efecto esperado a pesar de los giros que ha dado el candidato, primero pidiendo el apoyo a Pablo Iglesias para un gobierno de progreso y después tras el debate en la SER, focalizando el discurso en la dicotomía fascismo o democracia.
Aún así en las filas socialistas confían en la movilización de última hora de su electorado. Creen que el 4-M hay partido e insisten en que la diferencia entre bloques es muy ajustada y que todo se decidirá en dos o tres escaños.
Isabel Díaz Ayuso: visita al centro de datos y descanso en Familia
La candidata del Partido Popular, Isabel Díaz Ayuso, empleará esta jornada de reflexión en visitar el Centro de Procesamiento y Difusión de Datos instalado en IFEMA para coordinar el dispositivo electoral. Sin más actos en la agenda, Ayuso pasará el resto de la jornada de un modo discreto, tras la celebración de la fiesta del 2 de mayo.
El equipo de la candidata a la reelección explica que aprovechará un día más tranquilo este lunes para pasar tiempo en familia, descansando y paseando por Madrid. En Génova la sensación es de victoria. Todos los sondeos señalan, de forma unánime, una explosión del PP de Madrid, que doblaría sus resultados de 2019. De estos sondeos ha salido uno de los mensajes de campaña del Partid Popular, que ha pedido más empuje para alcanzar la mayoría absoluta. Los números de la demoscopia han mostrado hasta ahora que necesitará a Vox.
El posiblemente necesarios entendimiento entre bloques ha alumbrado un pacto de no agresión con la fuerza de Rocío Monasterio. La clave para crecer está, en cualquier caso, en hacerlo en el sur de la Comunidad arrebatando votos al PSOE. Es lo que dentro del PP creen que fue clave para los éxitos electorales de Esperanza Aguirre y que han bautizado como el 'Ayusur'.
Edmundo Bal: un deportista convencido de estar subiendo
En Ciudadanos están "absolutamente convencidos" de que van a entrar en la Asamblea de Madrid. Lo dicen los últimos trackings internos que, según fuentes de la dirección, "han marcado una tendencia al alza". Especialmente, dicen, después del debate de la primera semana, pero sobre todo después del segundo debate, el de la SER, donde Edmundo Bal sacó "su imagen más centrista y moderada", algo sobre lo que ha girado la campaña del candidato naranja en los últimos coletazos.
Bal aprovechará la jornada de reflexión para hacer deporte, algo que, según su equipo, "ha echado en falta durante las semanas de campaña debido a la intensidad de la agenda, y que habitualmente hace a diario".
Tiene previsto comer con su familia y saldrá "a desconectar" con la moto en una ruta con su hija. Por la tarde, pasará un rato con compañeros del partido "para tomar unas cañas". Este martes, tiene previsto ejercer su derecho a voto a las 9:30 de la mañana en el Centro Cultural Alfredo Krauss. Después pasará tiempo en familia. Por la tarde, seguirá los resultados junto a compañeros de la dirección nacional del partido en la sede de Ciudadanos.
Mónica García: recuperar una lectura y hablar de lo importante
La candidata de Más Madrid, Mónica García, pasa esta jornada de reflexión paseando por el Retiro y luego quiere ir a la sierra con su familia para recuperar el tiempo que no les ha dedicado durante la campaña. Quiere también esta doctora anestesista de profesión continuar leyendo el libro que abandonó cuando empezaron las dos semanas de mítines. "Una campaña ilusionante y motivante", subraya García. En el equipo de Más Madrid también están satisfechos con la campaña electoral que han hecho porque dicen que han conseguido hablar de lo que ellos consideran las cosas importantes que le preocupan a la gente huyendo de ese mensaje que intentó colocar al inicio Ayuso de comunismo o libertad.
Creen que han conseguido ir recogiendo el trabajo de hormiguita que han hecho en la Asamblea de Madrid como oposición y que, aunque tenían el reto de hacer que se conozca el nombre de la candidata, que no había estado tanto delante de los focos, ahora están satisfechos.
Subrayan que su fuerza está en que tienen mucho contacto con la sociedad civil, las Ampas, las asociaciones vecinales o las despensas solidarias. Y se sienten orgullosos porque aseguran que han sido la campaña más barata respecto a sus rivales, se han gastado 600.000 euros.
Rocío Monasterio: tiempo en familia y con su perra
La candidata de Vox, Rocío Monasterio, no ha pasado todo el tiempo que hubiera deseado con su familia en estos días. Es lo que indica su equipo, que asegura que dedicará el día a sus hijos -tiene cuatro hijos con edades comprendidas entre los 9 y los 19 años- y a jugar con su perra.
Monasterio busca tranquilidad después de semanas de bronca. La candidata de la derecha ultra se ha visto obligada a desplazarse todavía más a la derecha en estas elecciones, según creen algunos de los expertos consultados por la SER. La derechización del PP de Ayuso, cuya valoración entre los votantes de Vox supera en las encuestas a la de la propia Monasterio, ha propiciado una escalada de radicalización, una aún mayor. en los mensajes del partido.
El partido ultra ha buscado diferenciarse de este PP con polémicas de gran explosividad. Organizó un acto en Vallecas que acabó con disturbios, en el que un grupo de manifestantes agredió a miembros de Vox con piedras y patadas. Antes, Santiago Abascal había roto el cordón policial. Todo convocado en uno de los tradicionales barrios obreros e izquierdistas de la capital bajo el lema "Sabemos que nos estáis esperando." En el debate en la SER, Monasterio volvió a mostrar su perfil más duro, con provocaciones muy subidas de tono y sin condenar explícitamente la violencia de las amenazas de muerte a Iglesias. Una campaña de follón y pelea que Monasterio termina recogida en casa, ahora que los sondeos parecen haber alejado su fantasma de la precampaña: que Vox podría no alcanzar el umbral del 5% del voto fagocitado por Ayuso.
Pablo Iglesias: vida en familia y subida la sierra tras una campaña de montaña rusa
Pablo Iglesias, candidato de Unidas Podemos a la Presidencia de la Comunidad de Madrid y secretario general de Podemos, pasará la jornada de reflexión con su familia. También tiene previsto dar un paseo por la sierra madrileña junto miembros de su lista como Isa Serra, Serigne Mbaye, Alejandra Jacinto y Jesús Santos, entro otros. Es el mismo paseo que ya dio cuando se presentó a otras elecciones, las generales de 2019, aunque entonces acompañado de sus perros.
El día de las elecciones, Iglesias votará en el colegio de La Navata, en el municipio de Galapagar, donde donde reside. Unidas Podemos no ha detallado la hora ni si acudirá a votar acompañado la ministra Irene Montero, su pareja, aunque la previsión es que vote por la mañana. Iglesias invierte las últimas horas antes de la cita electoral en acumular tranquilidad, porque también él ha sido protagonista, en distinta naturaleza, de algunos de los momentos de mayor tensión de la campaña. Recibió sobres con amenazas para él y para su familia y ha tenido que escuchar las acusaciones de la derecha más radical acusándole de haber hecho un montaje con ellos.
El exvicepresidente del Gobierno de España anunció por sorpresa su desembarco en Madrid como candidato de su partido. Buscaba entonces un efecto que girara la precampaña y recolocara a Podemos, amenazada en aquel momento con quedar fuera de la Asamblea por la desmovilización de los suyos y la emigración a otros partidos. Los ya característicos golpes de timón de su liderazgo han mantenido a la formación morada dentro de la agenda, pero aún está por ver cuánto del efecto Iglesias puede rentabilizar Podemos.
Algunas voces han advertido de la capacidad movilizadora de la figura de Iglesias en el bando contrario, en la derecha. Otras recuerdan que los datos de los sondeos han subido tres puntos para su partido desde su irrupción como candidato, lo que representa un crecimiento de casi el 60%. Unidas Podemos parece estar ahora lejos de ser la fuerza arrolladora con voluntad de hegemonía que se presentó en la política española hace solo unos años; pero todavía puede hacer valer su influencia si las urnas se lo permiten.