La construcción del corredor Norte del TAV no está justificada, según un estudio

Bilbao

El grupo Ekopol de la UPV/EHU ha analizado el impacto ambiental del Tren de Alta Velocidad (TAV) español. Con los datos de la red en funcionamiento en 2016, la conclusión de este pionero estudio por su metodología es que hay tramos donde no está justificada la construcción debido a la baja demanda.

La metodología empleada ha tenido en cuenta el ciclo vital total de la red de vías. Uno de los autores del estudio, David Hoyos, explica que han hecho una comparación desde el punto de vista del funcionamiento y de todo el proceso de construcción. "Desde la cuna hasta la tumba", detalla en Radio Bilbao. "Contabilizamos todos los materiales que necesita la construcción, su funcionamiento y, en base a eso, tenemos una contabilidad real de cuál es el efecto medioambiental".

A partir de aquí, las conclusiones han sido dispares entre los corredores del AVE español. Según el estudio, el corredor andaluz necesitaría 9 años para amortizar las emisiones de gases de efecto invernadero; el catalán necesitaría 12 años; el del Levante 20 años, mientras que el corredor del Norte requeriría 80 años de funcionamiento. Es decir, en estos dos últimos casos, el balance es negativo.

"La conclusión principal es que, desde el punto de vista de análisis medioambiental, la red española de alta velocidad ferroviaria tiene problemas para contribuir a que mejoren los datos del Estado en término de emisiones", advierte Hoyos.  

Otras medidas más baratas

"No se trata de estar a favor o en contra del TAV como modo de transporte", dice este grupo de expertos. Pero piden una reflexión en el modelo de movilidad. "Se están haciendo unos esfuerzos enormes en las reducciones de gases de efecto invernadero y lo que demuestra este estudio es que no vamos en la dirección correcta".

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Para ello, un dato: la red en funcionamiento en el año 2016 solo había reducido en un 1 % las emisiones anuales del transporte en España. "Estamos intentando cambiar las cosas sin que cambie nada, y mucho menos a la velocidad que nos pide la lucha contra el cambio climático", recalca este investigador de la UPV/EHU.

Quieren romper con la idea de que la movilidad en tren es siempre beneficiosa para el medioambiente, aún sin datos contrastados. "Lo que encontramos en el estudio es que no es cierto en todos los casos, dependerá de cuánto cuesta construirlo y cuánto se va a usar".