Esto ya marcha, pongan gente

Palma

Buenos días. El periodismo consiste en ver a otras personas trabajando y en lograr que a esa contemplación se le llame un trabajo.

En mi experiencia de ver a otros haciendo cosas, que diría Rajoy, para contarlas luego, pocas veces he admirado un cansancio como el de los trabajadores actuales.

El ERTE, el ERE o el paro son dramas inigualables, pero los trabajadores supervivientes se multiplican con una implicación antes desconocida.

En la cacareada industria turística, he visto a empleados más comprometidos que los propios dueños del negocio.

Se saben las cifras de huéspedes, las cajas y las reservas, sienten la empresa como algo propio.

Y de repente, el turismo ha empezado a andar.

Primero como algo renqueante, y ahora con un ritmo alemán, en honor de la clientela dominante.

Sin embargo, las empresas son remisas a incorporar a sus plantillas, por si Boris Johnson no corrige su veredicto o Merkel nos vuelve a condenar.

El resultado es que cada vez hay trabajadores más diversos sometidos a la sobreexplotación de una kelly.

Esto ya marcha, pongan gente. Ojalá fuera una orden.